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La publicación trimestral reúne las reflexiones de 28 autores sobre las enfermedades

El fantasma galopante de las epidemias inspira la reciente entrega de Blanco Móvil
 
Periódico La Jornada
Domingo 9 de agosto de 2009, p. 3

Todo acontecimiento que trastoca de manera abrupta y profunda la vida cotidiana de una sociedad –la guerra, una catástrofe natural, un movimiento social– da lugar a una posterior reflexión colectiva que se expresa de diferentes maneras. El arte y la literatura son algunas.

La epidemia de influenza que afectó al país y todo lo que de ella se derivó, ha empezado a generar este tipo de expresiones. El número más reciente de la revista Blanco Móvil, del segundo trimestre de 2009, resulta de eso. Enfermedades, es el tema general.

Eduardo Mosches, director de la publicación, convocó a un conjunto de escritores para que entregaran un texto en el que el tema de enfermedad estuviera presente. Escribe: “El fantasma galopante de las epidemias: el espanto al contagio hace que los humanos se aparten uno del otro, son como enemigos fantasmales, el deseo vibrante, acuciante, de mantener las distancias, se convierte en la última esperanza.

Los otros son muertos, se reniega de ellos, de la sociedad, de los besos y el abrazo, la gran mesa plena de manjares humeantes queda viuda, sólo las sillas son testigos.

Concluye: Se abre el camino del paseo por la enfermedad, su final deseado, recuperar el ritual de la salud: sonreír, besarse, mirar a los ojos al otro, a la amada, al querido, al vecino, a los amigos, leer con intensidad páginas y páginas, que los cuerpos se ovillen después del placer, enjugarse los labios en un vaso de vino, subirse a alguna cumbre con el sol a las espaldas, mirar la cama con otros ojos. Inicia el ritual de la vida cotidiana.

En esta entrega de la revista participaron 28 autores, poetas y narradores: Andrés Acosta, Juan Domingo Argüelles, Ana Clavel, Ricardo Costa, Francesca Gargallo, Iliana Godoy, Adriana González Mateos, Armando González Torres, Claudia H. De Valle-Arizpe, Enrique Jaramillo, Eduardo Hurtado, Bárbara Jacobs, Josu Landa, Carmen Leñero, José Ángel Leyva, Jorge Ariel Madrazo, Eduardo Milán, Eduardo Moga, Eduardo Mosches, Cristina Peri Rossi, Cynthia Pech, Aline Pettersson, Blanca Luz Pulido, Etnairis Rivera, Bernardo Ruiz, Guillermo Samperio, Paco Ignacio Taibo II y Felipe Vázquez.

El reciente número de Blanco Móvil fue presentado el jueves en la Casa del Poeta, con los comentarios de Bárbara Jacobs, Víctor Ronquillo y Luis Tovar.

Jacobs contó que aparte del sueño de convertirse en ángel, su primera vocación fue la medicina. Pero su empeño en esos terrenos no pasó de presenciar una autopsia en la Facultad de Medicina. Al salir, regalé mis estetoscopios y mis batas blancas y, sin saber ni lo que hacía, me solté a comprar cuadernos que llenaba de poemas y frases rebuscadas y tachones y garabatos.

También hizo una breve relación de médicos escritores, como François Rabelais, Arthur Conan Doyle y Anton Chéjov, del que sé muy bien que cuando empezó a escribir, ya era médico, y que nunca dejó de tener pacientes y ocuparse de ellos a la vez que seguía escribiendo.

Apuesta por la vida

Ronquillo relató un encuentro con Mosches durante los días aterradores de la emergencia sanitaria, en las oficinas vacías de la Secretaría de Cultural del Gobierno del Distrito Federal. Amigos distantes, se encontraron casualmente a la entrada de un elevador. Se saludaron y se abrazaron. Ninguno de los dos llevaba tapabocas.

Era una respuesta al miedo, una apuesta por la vida, como los es –sostuvo el periodista y escritor– el número reciente de Blanco Móvil. Una respuesta a la realidad pero también al aprovechamiento político de la situación. Una conspiración por el bien.

Luis Tovar, jefe de redacción de La Jornada Semanal, recordó que después del amor, el tema de la enfermedad es uno de los más inabarcables, y por eso mismo es a un tiempo de los más observados desde la perspectiva literaria.

No es gratuito ni azaroso –apuntó– que la literatura mundial cuente entre sus miembros a varios médicos escritores o escritores médicos, como se quiera ver, desde Chéjov hasta Nandino, como tampoco lo es que los estudiantes de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México tengan una materia optativa llamada La enfermedad en la literatura.

Concluyó: “Sin olvidar que un alto porcentaje de toda sanación consiste en haber sido capaces de verbalizar el mal que nos aqueja, podría decirse que este número de Blanco Móvil sobre enfermedades algo tiene de curativo, y que más de un lector encontrará en sus páginas algún remedio contra alguna enfermedad de la que, como bien sabe cualquier médico y cualquier escritor, sólo el enfermo puede dar cuenta cabal”.