Caracas, 8 de agosto. El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, ordenó hoy el retorno a Bogotá del embajador en Colombia, Gustavo Márquez, con la misión de conformar bases de paz que contrarresten la ampliación de las operaciones militares estadunidenses en instalaciones colombianas, actualmente en proceso de negociación.

Aunque Chávez revirtió una decisión tomada el 28 de julio pasado como respuesta a planes colombiano-estadunidenses, el mandatario mantuvo la voz de alerta sobre el riesgo de que la renovada presencia militar de Washington en Colombia lleve a una guerra regional, y aseguró que recientes declaraciones del vicepresidente colombiano, Francisco Santos, y del ministro de Relaciones Exteriores de Israel, Avigdor Lieberman, confirman que ya están preparando el terreno para atacar territorio venezolano.

El canciller israelí, que es un ladrón y un loco de esos de la extrema derecha, que ven un árabe y quieren matarlo, viene y dice que por América Latina hay células terroristas de Hezbollah (la organización islámica armada que tiene su sede en Líbano), que en La Guajira venezolana (fronteriza con Colombia) hay células terroristas, dijo Chávez.

Están preparando el terreno para, en cualquier momento, atacar el territorio venezolano, y me vería obligado a defenderme; no me quedaría de brazos cruzados. Es muy peligroso, quiero alertarlo, agregó el gobernante al referirse a las declaraciones del canciller de Israel hechas la semana pasada durante una gira por Sudamérica, en la que aseguró tener suficiente para preocuparnos por la colaboración entre ramas radicales del Islam y Hugo Chávez.

Al ahondar sobre el tema, Chávez acusó a Santos de ser un absoluto irresponsable por haber dicho que existe una preocupación inmensa por la presencia de esta organización (Hezbollah) en el vecino país (Venezuela).

Chávez estuvo hoy de gira en el estado de Bolívar para supervisar una planta de la Ferrominera Orinoco, ubicada en una región rica en hidrocarburos, que de acuerdo con el mandatario sería el objetivo militar de una ofensiva estadunidense contra Venezuela, lanzada desde Colombia.

No tengo la menor duda de que el imperio (Estados Unidos) quiere una guerra entre nosotros (Venezuela y Colombia); sería la mejor excusa para venir a imponer aquí su paz, afirmó.

La noche del pasado viernes, Chávez recibió en el Palacio de Miraflores a la senadora de oposición Piedad Córdoba, quien encabeza el movimiento Colombianos por la Paz, así como al ex gobernador del departamento del Meta Alan Jara, quien estuvo secuestrado durante varios años en campamentos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia.

Al encuentro, que duró varias horas, acudieron también intelectuales colombianos y el embajador Márquez, quien recibió instrucciones de volver a Bogotá durante la reunión con Chávez.

El jueves, el mandatario fue visitado por el ex presidente Ernesto Samper, quien se ha manifestado en contra de la ampliación de las facilidades militares a Estados Unidos en Colombia y en cuyo mandato se intentó negociar un acuerdo de paz con la guerrilla.

Después de escuchar a los dirigentes colombianos, el presidente Chávez dijo que el rompimiento de relaciones bilaterales con Colombia no está en sus planes y afirmó que la misión de Márquez en las presentes circunstancias debe ser la de promover las bases de paz con debates, conferencias y otras actividades públicas, que contrarresten el interés de Estados Unidos de promover una guerra contra Venezuela.

Nosotros tenemos que evitar a nuestros hijos, a las generaciones que se levantan, una guerra en Venezuela, en Colombia o entre nosotros. Juro ante el mundo que haré lo humanamente posible para evitar una confrontación y sé que los colombianos lo harán. Somos dos repúblicas en un sólo país, en una nación, y nadie nos va a dividir. Nuestro destino es la unión, la paz, remató el mandatario.