Pumas, entre las circunstancias futbolísticas... y el salitre
in duda, el panorama del campeón es negro. Tres derrotas al hilo, sotanero general, siete goles en contra y ninguno en favor, y con jugadores que han perdido hasta la confianza, como el caso del cumplidor Darío Verón.
Además de la campeonitis, el poco tiempo para preparar el torneo y momentos claves que lo han perjudicado en los partidos, a Pumas le ha afectado en este inicio de torneo ir de visitante contra Atlas, duelo que estuvo parejo y perdió por la mínima diferencia, enfrentar a su verdugo Cruz Azul y medirse en La Bombonera con un Toluca que impresiona por lo compacto, sobre todo considerando la salida de Paulo da Silva.
Más allá de las circunstancias futbolísticas que ha enfrentado, ahora hasta se menciona como argumento de las derrotas la visita que los auriazules hicieron a Los Pinos. Sin embargo, se espera que repunten, ya que es un club que retomó su esencia de dar impulso a fuerzas básicas, invertir con tiento el dinero en refuerzos rentables y basado en la continuidad.
Toluca y Pachuca llevan marca perfecta, pero mientras las victorias de los Diablos Rojos son incuestionables, a los Tuzos habría que ponerles un asterisco para señalar que recibieron ayuda arbitral en sus dos primeros partidos cuando les regalaron dos penales que marcaron el rumbo.
Otro hecho censurable en este inicio de torneo es que la comisión disciplinaria se dejó presionar por el peso de la camiseta del América y redujo de tres a uno el castigo para el boxeador Aquivaldo Mosquera. Como antecedente –negativo– estaba el caso de Verón, quien le entró al deporte de las trompadas la liguilla pasada, ante Jorge Zamogilny, y sólo lo suspendieron un juego.
También hay que criticar la moral de las Águilas. Por un lado defienden con todo su poder al colombiano y por otro dejan de pagarle tres quincenas al convaleciente Carlos Sánchez, a quien le quieren hacer firmar un nuevo contrato para reducirle el salario.
La recuperación de Sánchez va bien, pero corre el riesgo de no volver a las canchas y si Televisa ha derrochado millones de dólares en contratar bultos, debería asegurar a un jugador de sus fuerzas básicas que en lo poco que jugó mostró entrega y cariño por la camiseta.
El club de Coapa ganó su primer partido con gol de último momento, en un aceptable debut del argentino Daniel Montenegro, mientras Chivas sostuvo un entretenido duelo amistoso ante Barcelona. El problema es que Jorge Vergara no tiene freno y el conjunto tapatío jugó con un horrible uniforme naranja y gris, que se suma al otro verde limón.
Las únicas rayas que le interesan al magnate son las que cruzan los dólares y acaba de hacer otro buen negocio con el regreso de Omar Bravo. El Deportivo La Coruña lo tuvo que soltar porque no entraba en planes y para no pagarle su sueldo –se dice que un millón de dólares anuales– y el mochiteco con pasado boxístico tendrá que cobrar menos para tener actividad y soñar con el Mundial de Sudáfrica.
Lo que acapara ya la atención es el partido del miércoles. Será un equipo gringo totalmente distinto al de la Copa Oro y jugarán los que derrotaron a la entonces invicta España y pelearon de tú a tú con Brasil en la Confederaciones. No obstante, se apuesta por el triunfo del Tri considerando el impulso de un estadio lleno, el horario de las 3 de la tarde, la contaminación, la altura… y la ausencia de Rafael Márquez, quien con la camiseta verde sólo suma expulsiones, lesiones y decepciones.