Los amagos, en Jalapa; la violencia deja al menos 23 muertos
Lunes 10 de agosto de 2009, p. 16
Al menos siete curas de Veracruz fueron amenazados de muerte por el crimen organizado y sufrieron intentos de extorsión, pero no interpusieron denuncia porque no hay a quién acusar y las autoridades les dijeron que lo mejor es que no contesten el teléfono, señaló Quintín López Cessa, vocero de la arquidiócesis de Jalapa.
Sin dar más detalles, el sacerdote añadió que “supuestos zetas” amenazaron a tres clérigos, y otros delincuentes les exigieron dinero a cambio de no atentar contra sus vidas.
Otros cuatro curas son víctimas del mismo asedio, según Luis Felipe Gallardo Martín del Campo, obispo de Veracruz.
Antes –el domingo 19 de julio pasado–, el arzobispo de Morelia, Alberto Suárez Inda, negó que narcotraficantes amenazaran de muerte a tres obispos y varios sacerdotes de Michoacán, como horas antes había dicho el vocero de la arquidiócesis de México, Hugo Valdemar.
Por otra parte, ayer se reportó que dos sujetos murieron al enfrentarse a tiros con el Ejército. También se informó que se perpetraron 21 asesinatos en tres entidades y fueron halladas en el poblado de Soto Máynez, Chihuahua, las osamentas de Édgar Artemio García Treviño y Ramón Humberto Oviedo Sáenz, director y comandante de la policía del municipio de Namiquipa, levantados por pistoleros en octubre de 2008.
Los restos de ambos policías fueron identificados por las credenciales halladas entre sus ropas; mientras, en la misma entidad se cometieron 12 ejecuciones, siete en Ciudad Juárez.
En Guerrero fueron asesinadas cinco personas, entre ellas Arturo Ortega Calvo y Adriana Ríos Nájera, ambos de 24 años, y su hijo Omar –de tres–, cuyos cadáveres baleados con rifes AK-47 aparecieron dentro de un Volkswagen Golf negro sin placas, en un barranco del municipio de Quechultenango.
En Tijuana, Baja California, se cometieron otros cuatro homicidios; y en el municipio michoacano de Tiquicheo, los hermanos Vicente y Santos Jaimes Hernández, de 31 y 27 años, respectivamente, fueron ultimados por militares tras eludir una revisión y responder al fuego de éstos mientras intentaban huir.
En Reynosa, Tamaulipas, militares detuvieron el sábado a un sujeto identificado como Roberto Gaspar Caballero, cuando transportaba 20 granadas en un vehículo y enfilaba hacia la aduana mexicana por el puente internacional Reynosa-Pharr.
En Culiacán, Sinaloa –en medio de una de las frecuentes francachelas que le permitían las autoridades carcelarias– Orson Iván Gastélum Cruz, El Cholo, escapó del Centro de Consecuencias Jurídicas del Delito, donde purgaba pena desde agosto de 2008 por encabezar una banda de asesinos al servicio de los Beltrán Leyva.
Andrés Timoteo Morales, Rubén
Villalpando, Sergio Ocampo Arista, Antonio Heras, Ernesto Martínez Elorriaga y Javier Valdez Cárdenas