El rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), José Narro Robles, propuso ante representantes del gobierno, el sector privado, la academia y el Congreso de la Unión que se haga un alto en el camino y se busquen los consensos necesarios para corregir el rumbo económico, porque no se puede dar continuidad a esquemas que no producen bienestar para la mayoría.

Frente al secretario de Hacienda, Agustín Carstens, y al participar en la audiencia pública La evolución de la crisis económica y las medidas emergentes para enfrentarla que deben considerarse en la agenda legislativa, el rector destacó que en el nuevo modelo debe jugar un papel primordial la educación y la investigación.

La educación es la inversión más redituable para cualquier sociedad, es un bien público social y debe ser un derecho fundamental de todo ciudadano, subrayó.

Insistió: la educación es un factor clave para el crecimiento económico, pero también para la movilidad social. La educación en general, pero sobre todo la de nivel superior, así como la ciencia y la tecnología deben jugar un papel central para replantear nuestro futuro.

El rector de la UNAM recalcó que las medidas para superar la crisis no deben reiterar la puesta en práctica de acciones encuadradas en la lógica del modelo que ha conducido a la actual situación, donde se han perdido casi 600 mil empleos en el último año, bajaron las remesas de los migrantes que en México no encuentran oportunidades de vida digna, disminuyó el consumo de alimentos por la pérdida de ingresos de las familias obreras, y se incrementó el número de los más pobres entre los más pobres.

En clara alusión a lo expresado ahí mismo por el secretario de Hacienda, Narro Robles dijo que no se puede solventar un problema repitiendo las causas que lo originan. “Las iniciativas para superar la emergencia tampoco deben trasladar los costos a los más afectados por una crisis cuyo origen no tiene que ver con ellos, y sí con la codicia de unos cuantos.

“No es a través del incremento de los precios de servicios públicos, el recorte del presupuesto en las áreas prioritarias o con la disminución de los subsidios a los pobres, como se resolverán los problemas ocasionados por la pérdida de ingresos fiscales, ya que éstos se han reducido debido a la caída del precio del petróleo y de su producción, así como a la baja de la tributación que la crisis ha inducido.

Es tiempo de anteponer el interés de la gente al de los planteamientos teóricos. Requerimos un nuevo modelo económico, pero también nuevas fórmulas de intervención gubernamental para resolver los problemas sociales, dijo, e hizo notar que mucho más necesarios que los rescates financieros que se han dado en México son los rescates de los sectores más desprotegidos, lo cual invariablemente se ha pospuesto.

Para hacer frente a la crisis financiera se debe tener desarrollo nacional, ganar confianza, informando con veracidad, y con la puesta en práctica de un paquete de medidas para la emergencia económica con metas de acciones claras, que estimulen el empleo.

Propuso un gran programa de rehabilitación y mantenimiento de la totalidad de nuestras escuelas y centros de salud públicos, además de trabajar en la salida de la crisis, e iniciar la erradicación del analfabetismo.

Mientras Carstens seguía de cerca su discurso, el rector de la UNAM reiteró que se requiere actuar con plena conciencia de que es necesario cambiar el modelo que se ha agotado y que ya no muestra ser el conveniente para México, y a partir de ello reformular las políticas de manera urgente. Tenemos que volver a discutir cuáles deben ser nuestras prioridades como nación soberana, sostuvo.

Al final, desde el recinto senatorial donde se llevó a cabo la audiencia, Narro Robles formuló un llamado al gobierno federal, a las fuerzas políticas, al sector privado, a la inteligencia nacional y a la sociedad y sus organizaciones, a fin de establecer entre todos un mecanismo que permita diseñar una nueva estructura de país y sentar las bases de un futuro más alentador.

A otras generaciones tocó establecer la República, a unas más defenderla y consolidarla. A la nuestra toca, como alguien ha propuesto, emprender su refundación.