La soprano neozelandesa Kiri Te Kanawa refrendó su decisión de no rendirse. Mantendrá su intensa agenda de recitales y su labor pedagógica para formar nuevas voces operísticas a través de la Fundación que lleva su nombre y de la Solti Academy.

Sin embargo, de nuevo la prensa torció el contexto de sus declaraciones, difundidas originalmente por The Daily Telegraph la noche del martes, anunciando que la dama Kiri se retira de la ópera. Por el contrario, regresa a ese territorio luego de años de receso. En febrero y en abril protagonizará puestas en escena con partituras de Donizetti y Richard Strauss, respectivamente.

Como en ocasiones anteriores, Kiri dijo que esas próximas apariciones serán las últimas. La ópera es básicamente para los jóvenes. No depende de si es lo que puedo poner como la base de mis actividades, debido a que es muy demandante.

De manera semejante a como ha ocurrido con otros cantantes, a quienes algunos medios de comunicación han aniquilado de antemano su trayectoria, como el caso reciente de Josep Carreras, Kiri Te Kanawa tomó con humor el asunto: no me retiro, la prensa es la que me retira, dijo.

La nota original de The Daily Telegraph, de la cual las agencias informativas internacionales tomaron sólo una parte, confirma que ella continuará con sus habituales giras de conciertos en recitales, ya con piano, ora con orquesta. Las próximas comprenden Sydney, Pekín, España y Estados Unidos.

Es una continuidad lógica de muchos cantantes de ópera, quienes luego de un lapso prolongado de ejercicio operístico inclinan su actividad al territorio del recital.

En mayo de 2006, Kiri Te Kanawa cantó en el Palacio de Bellas Artes de México, al frente de la Orquesta Sinfónica Nacional, en un recorrido pasmoso del barroco al bel canto, con una estación venturosa en Mozart, que encapsuló uno de los momentos más bellos, intensos, estrictamente musicales que se hayan vivido en ese foro en mucho tiempo. Al final, las piezas de regalo y el sueño cumplido culminaron con un canto maorí a capella. Fue sencillamente sublime. Hermoso hasta las lágrimas.

Desde 2004, la soprano no canta ópera. Lo hará en febrero, en el Metropolitan Opera House de Nueva York, y seguramente se incluirá en la serie de transmisiones en vivo que se realizan en el Auditorio Nacional. Donizetti, La hija del regimiento.

Y en abril cantará en la Ópera de Colonia, Alemania. Richard Strauss, El Caballero de la Rosa.

Será la última ópera en que participe en vivo, reprodujo la noche del martes The Daily Telegraph. Algunos, anota el diario londinense, quieren ver esas funciones como su canto del cisne, el inicio de su retiro.

No me rindo, respondió Dame Kiri Te Kanawa.