La caída de alrededor de 28 por ciento en las participaciones federales tendrá un impacto negativo para el Distrito Federal y los estados, lo que llevará a la suspensión de obras, reducción de programas sociales o ajustes en materia de agua y transporte público, advirtió el jefe de Gobierno de la capital, Marcelo Ebrard Casaubon, quien propuso al gobierno federal como medida de emergencia utilizar fondos ociosos para terminar el año en las mejores condiciones posibles.

Amplió que estos recursos permitirían equilibrar las finanzas de todas las entidades federativas. No tanto las de los gobiernos, sino los programas sociales y la inversión.

Desde finales de abril, el mandatario capitalino planteó al gobierno federal recortar su gasto corriente 1.7 por ciento para tener un ahorro de 30 mil millones de pesos, y utilizar los saldos de inversiones del Sistema de Pensiones para integrar una bolsa de alrededor de 80 mil millones para atender a los sectores más afectados por la crisis económica, sin que a la fecha se tenga respuesta.

Al hacer una declaración sobre la reunión que tuvieron el miércoles los integrantes de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago) con el secretario de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Agustín Carstens, el mandatario local aseveró que el país tiene una situación económica más grave de lo que se había previsto, la cual nos encamina a una crisis de gestión básica de servicios públicos en prácticamente todas las entidades federativas del país.

De hecho, anticipó: prácticamente se va a quedar el presidente municipal con dos o tres gentes, porque no van a tener recursos para septiembre.

Refirió que la propuesta del secretario de Hacienda para salir de la emergencia financiera es la bursatilización de las participaciones federales; sin embargo, precisó Ebrard, esto sólo alcanzaría para menos de la mitad de lo que es el faltante de este año.

Explicación necesaria

El jefe de Gobierno se refirió también a la tremenda caída de la producción petrolera mexicana en lo que va de la administración de Felipe Calderón, la cual deberá explicar el gobierno federal a los ciudadanos.

Seguramente se va a argumentar que se tiene que hacer una reforma energética, pero ése no es el problema, porque México tuvo 71 millones de dólares de ingresos adicionales por petróleo; entonces, ¿por qué no se invirtió en exploración si ya se sabía que iba a caer la producción petrolera?, cuestionó Ebrard Casaubon.

Por la mañana, el mandatario capitalino y los gobernadores de Zacatecas, Amalia García, y de Michoacán, Leonel Godoy, se reunieron con los diputados federales electos del PRD, a quienes plantearon la problemática que enfrentan, derivada de la caída de los recursos federales.

Agustín Guerrero señaló que Ebrard les comentó que la Secretaría de Hacienda les retrasó la entrega de recursos para la construcción de la línea 12 del Metro, pese a que éstos habían sido aprobados por la Cámara de Diputados. Estaban previstos para enero y los entregó en agosto, por lo que el gobierno capitalino tuvo que transferir recursos de otros programas para hacer frente a esto, explicó.

El legislador comentó que el problema es que la Federación no quiere hacerse cargo de la caída de los ingresos petroleros, sino cargárselos al Distrito Federal y a los estados. La propuesta es utilizar 20 mil millones de pesos del fondo de contingencias, que es de 80 mil millones, y dárselos a los municipios.

Por la noche, luego de conocer los resultados de la Encuesta del Centro de Transporte Sustentable en México (CTS), Marcelo Ebrard anunció que en septiembre se emitirá la convocatoria para la licitación de la línea 3 del Metrobús.

Al hacer uso de la palabra, el mandatario señaló que el Metrobús se consolida como una de las iniciativas más acertadas y mejor evaluadas por la ciudadanía respecto a la forma de organizar la movilidad en el Distrito Federal, al obtener calificación de ocho.