La Secretaría de Transportes y Vialidad (Setravi) se quedó sin recursos para dar continuidad al programa de chatarrización, que consiste en destruir y sustituir las unidades de transporte público concesionado que cumplieron diez años de vida útil, informó Armando Quintero Martínez, titular de la dependencia capitalina.

El funcionario manifestó que el bono se agotó; sin embargo, dijo, este año se apoyó a los propietarios de 2 mil 223 unidades con 33 millones 345 mil pesos.

Comentó que se está en negociaciones con Nacional Financiera y la Secretaría de Finanzas para que puedan reactivar 30 millones de pesos al programa. Reconoció que las condiciones económicas no son muy buenas, pero tenemos expectativas positivas para que pueda concretarse este año y podamos avanzar otro poco en la destruccción y sustitución de unidades.

En tanto, ayer se anunció el inicio de la revista vehicular para los 130 mil taxis que circulan en el Distrito Federal. Quintero Martínez señaló que sólo 40 mil concesionarios presentarán la unidad de manera física, pues otros 18 mil ya cumplieron diez años de antigüedad, por lo que este año tendrán que salir de circulación.

Sobre las 22 mil unidades restantes, dijo que no pagaron la revista de 2008; en tanto, las 90 mil que sí cumplieron quedarán exentas de este trámite y podrán hacer la revista vía Internet.

Por otra parte, en menos de dos meses la Secretaría de Seguridad Pública remitió 940 taxis a los distintos depósitos vehiculares por no contar con la nueva cromática y las placas correspondientes para poder prestar el servicio. Las sanciones por no contar con la cromática oficial consisten en la remisión del vehículo al corralón y el pago de una multa consistente en 15 días de salario mínimo. En el caso de que la unidad sea pirata, la multa va de 200 a 500 días de salario mínimo.