La exposición Teotihuacán: ciudad de los dioses terminará este domingo su estadía en el Museo Nacional de Antropología.

Después, a partir del próximo 6 de octubre comenzará un periplo en el Museo Quai Branly de París, que abarcará varias ciudades de Europa para concluir en 2011.

Más de 400 piezas prehispánicas que integran tan singular muestra permanecerán en el recinto parisino hasta el 24 de enero de 2010 para después ser trasladadas al Museo Rietberg de Zurich (de febrero a mayo); luego al Martin Gropius Bau de Berlín (de junio a octubre) y, finalmente, la exhibición teotihuacana ocupará el Palacio de las Exposiciones de Roma, Italia (diciembre de 2010 a enero de 2011).

Misterios por develar

La inmersión en la antigua civilización teotihuacana todavía esconde varios misterios, como quiénes fueron sus gobernantes y cuáles fueron las causas de su ocaso. Los visitantes viajarán a la mítica zona arqueológica enclavada en el estado de México con las piezas más representativas sobre Teotihuacán.

A manera de introducción, las curadurías de la Nave Lewis del Parque Fundidora de Monterrey (donde se mostró de septiembre de 2008 a enero de 2009) y ahora en el recinto de Paseo de la Reforma, donde concluye la muestra teotihuacana, han presentado el recorrido inicial con la pieza conocida como Jaguar de Xalla.

Después con recursos interactivos y con elementos mediáticos se narran de manera breve los acontecimientos ocurridos en esa cultura prehispánica y se exponen las características del urbanismo y la arquitectura legada por los teotihuacanos. Almenas, frisos y diversos elementos artísticos sirven de ejemplos.

Otro aspecto que se presenta en el recorrido de la exposición es la magnitud y la complejidad de la pauta de asentamiento en Teotihuacán, así como el contraste entre la planificación urbana y las habitaciones indígenas emplazadas alrededor de los grandes monumentos.

Relaciones con Mesoamérica

Las jerarquías, el poder y el funcionamiento en los órdenes político y militar se retoman con los hallazgos realizados por los especialistas en la pirámide de la Luna, donde aparecieron restos de personas sacrificadas.

La sociedad teotihuacana, la cosmovisión, la escultura, la pintura mural y las relaciones que sus pobladores mantenían con el resto de Mesoamérica también se develan en esta muestra, que fue curada por el arqueólogo Felipe Solís, recientemente fallecido.

El acervo preshispánico pertenece al Nacional de Antropología, y a los museos de sitio de Teotihuacán, Diego Rivera Anahuacalli, Templo Mayor, Amparo, de Puebla; de Historia Mexicana, de Monterrey; el de Antropología de la Universidad Veracruzana, Regional de Michoacán, Regional de Yucatán y el Fuerte San Miguel, de Campeche.