El dirigente del Partido del Trabajo en el Distrito Federal, Arturo López Cándido, alertó que si Rafael Acosta, Juanito, se va a quedar a gobernar Iztapalapa los próximos tres años, esa demarcación va a ser ingobernable, pues estará al frente una persona que no tiene la capacidad para resolver los problemas y nada más los va a agudizar. Y para no dejar dudas, subrayó que si él ya fijó su posición nosotros vamos a agarrar nuestro rumbo y él va a tomar el suyo.

En este contexto, el líder del PRD-DF, Manuel Oropeza, y el diputado local electo de ese mismo partido Leonel Luna emplazaron a Acosta a cumplir con su palabra y ceder el cargo a Clara Brugada al frente de esa delegación, ya que de no hacerlo quedará como un traidor. Sin embargo, reconocieron que no hay mecanismos jurídicos para obligarlo a pedir licencia de manera definitiva.

Por lo que hace a Arturo López Cándido, expresó que si Rafael Acosta ya decidió quedarse los tres años al frente de Iztapalapa, nosotros no nos vamos a hacer responsables de sus actos; como partido no avalamos esa posición, y que asuma las consecuencias de sus actos.

Consideró que en ese viraje de postura –apenas el sábado me dijo que sí pediría licencia– están influyendo no sólo los perredistas de Nueva Izquierda –corriente encabezada por René Arce y Víctor Hugo Círigo–, sino también la derecha y los mismos medios de comunicación que quieren que Andrés Manuel López Obrador quede mal en la lucha que libró en esa demarcación; ni siquiera es de descartar que ya haya hablado hasta con (Felipe) Calderón.

Incluso, consideró que Juanito “ya perdió piso, y no ve más allá de sus rollos personales, lo comió la ambición; la derecha ya lo encantó, ya lo embrujó”. Insistió en que desde un principio el PT lo orientó en cómo hacer las cosas, pero si ya tomó su decisión, ya no podemos hacer más que darle la bendición... ojalá no vaya a meter las patas.

Para Leonel Luna, se debe establecer de manera urgente una mesa de diálogo en Iztapalapa con los actores del más alto nivel y capacidad resolutiva, como vía para solucionar el conflicto que ha surgido por la jefatura delegacional entre Acosta y Brugada.