Lunes 31 de agosto de 2009, p. a17
Nueva York, 30 agosto. Un concierto a la medianoche en un bar de Nueva York no parece ser el lugar más apropiado para impulsar la política exterior de Estados Unidos, hasta que uno escucha a los músicos.
Los Embajadores del Jazz son un ejército heterogéneo de trompetistas, pianistas, bateristas y bajistas reclutados por Washington para conquistar corazones en lugares donde la imagen de Estados Unidos es deficiente. Esta semana celebraron el final de su gira Rythm Road, preparada en colaboración con el departamento de jazz del Lincoln Center y el departamento de Estado.
La gira los llevó a países como Bielorrusia y Birmania o a Medio Oriente. En América Latina estuvieron en Paraguay, Colombia, Uruguay, Ecuador, Chile, Nicaragua, Belice, Honduras, El Salvador y Guatemala.
Rythm Road comenzó en 2005, pero se remonta a la guerra fría y ya había exportado otras leyendas del jazz, como a Dizzie Gillespie, Benny Goodman, Louis Armstrong y Duke Ellington, para combatir la influencia cultural soviética.