Ostuacán, Chis., 31 de agosto. Benito Pérez Cruz tiene 60 hectáreas de uso agrícola y ganadero en la zona ejidal de Juan del Grijalva, pero ahora trabaja en uno de los ocho invernaderos productores de jitomate que se encuentran en la ciudad rural adonde 410 familias serán trasladadas.

Según el censo realizado entre habitantes de 11 poblados que tuvieron que ser evacuados por las inundaciones de noviembre de 2007, y que serán los futuros habitantes de Nuevo Juan de Grijalva, cada familia posee entre 20 y 80 hectáreas dedicadas a la ganadería, la siembra de maíz, frijol o cacao, además de cultivos de autoconsumo.

Los poblados Sayula, Nuevo Sayula, Playa Larga primera y tercera secciones, Loma Bonita, La Laja, Muspac, Salomón González Blanco, Peña El Mico, Antonio León y lo que quedó de Juan del Grijalva permanecen semivacíos. Sólo unos cuantos se resistieron a salir de esos lugares, considerados zonas de riesgo de deslaves, derrumbes e inundaciones.

Benito conserva el cargo de comisario de Juan de Grijalva, aunque la comunidad ya no existe. Relata que muchos de los habitantes de los poblados desalojados no quisieron dejar su ranchito y volvieron a sus casas, aunque ya fueron recibieron viviendas en la ciudad rural.

Afirma que la ventaja de vivir en la ciudad serán las escuelas para sus hijos, además del centro de salud. También ve inconvenientes: Las casas son chiquititas y no estamos acostumbrados a eso... Si nos quedamos o nos regresamos depende de cómo nos acomodemos, advierte.