Seis fallecieron durante un enfrentamiento entre militares y pistoleros, en Nuevo León
Domingo 6 de septiembre de 2009, p. 4
En un enfrentamiento contra elementos del Ejército suscitado hacia las cero horas de ayer en el embarcadero de la presa La Boca, municipio de Santiago, Nuevo León, resultaron muertos dos civiles y cuatro pistoleros, entre ellos uno apodado El Tiburón, presunto líder de Los Zetas en los municipios de la región citrícola de la entidad y de una banda dedicada al tráfico de drogas, la extorsión y el secuestro.
Según informes de la séptima Zona Militar, en la refriega fallecieron una bailarina de table dance contratada por los sicarios, y el soldador Óscar Ledezma Olvera, de 24 años, quien andaba de paseo y fue alcanzado por el fuego cruzado. Además resultaron heridos un acompañante de este último y el presunto gatillero Jesús Francisco Gallegos, quien está hospitalizado y reveló la ubicación de una casa donde se rescató con vida a un comerciante secuestrado.
Una llamada anónima advirtió de hombres armados que bebían a bordo de cuatro camionetas, a quienes acompañaba una bailarina. Militares acudieron al lugar, donde fueron recibidos a balazos. Tras el primer incidente, al trasladar el operativo a la casa de seguridad, se hallaron 10 libretas con los nombres de policías a sueldo de criminales en los municipios de Santiago, Allende, Montemorelos, General Terán, Linares, Iturbide, Galeana, Aramberri y Doctor Arroyo.
En Michoacán, pistoleros que viajaban en una camioneta Ford Scape se emparejaron a una patrulla de la Policía Federal y abrieron fuego contra sus ocupantes en la salida a Charo, donde entronca la nueva autopista a la ciudad de México. Al defenderse, los uniformados hirieron de gravedad a dos atacantes; en minutos recibieron refuerzos y los cuatro sicarios fueron detenidos.
Además, en Morelia, desconocidos a bordo de camionetas interceptaron y secuestraron al director del sanatorio La Luz, Rafael Díaz Rodríguez.
En Zacatecas fue levantado Eduardo Cuevas López, chofer y escolta personal del director de la Policía Ministerial del estado, Miguel Ángel Jiménez.
En Chilpancingo, Guerrero, seis personas fueron ejecutadas. Los cadáveres de dos de ellas estaban dentro de un vehículo, embolsados y con la cabeza forrada de cinta adhesiva. Uno tenía cinco dedos cercenados y metidos en la boca y al otro le faltaban tres de la mano derecha. Los acompañaba una cartulina con mensaje suscrito por el comando del pueblo
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En el estado de México, la noche del viernes tres hombres fueron levantados en un antro de la comunidad de San Lucas Amalinalco. Luego de herirlos en el cuello, sus atacantes los arrojaron a una barranca de 20 metros, en el paraje Los Olivares. Dos perdieron la vida –Severiano Estrada, de 27 años, y un sujeto apodado El Saleado, de 38– pero el otro, Antonio Estrada Celis (de 45), sobrevivió.
Tres personas más fueron ultimadas a balazos en la concurrida plaza Forum de Culiacán, Sinaloa. El cadáver de otra apareció calcinado en un cementerio de Tijuana, Baja California.
En Quintana Roo, un vicealmirante asumió el cargo de secretario de Seguridad Pública, y un grupo armado asesinó a tiros al taxista Benedicto Tamayo, en Cancún.
En Durango asumió como secretario de Seguridad Pública un general de división.
En Chihuahua se perpetraron 14 asesinatos, ocho en Ciudad Juárez, que incluyen al policía municipal Rubén Meza Zúñiga, de 28 años, mientras en la capital del estado apareció una cabeza humana encima de una narcomanta sobre un vehículo abandonado en la avenida Tecnológico.
David Carrizales, Rubén Villalpando, Miroslava Breach, Ernesto Martínez, Alfredo Valadez, Sergio Ocampo, René Ramón, Javier Valdez, Antonio Heras y Agustín Galo. Con información de Gustavo Castillo