Este viernes el Ministerio Público federal determinará la situación jurídica del boliviano José Mar Flores Pereyra, quien es investigado por el supuesto secuestro de un avión y la eventual amenaza de hacer estallar una bomba (que resultó un paquete de latas vacías de jugo, arena y focos pequeños). La Procuraduría General de la República lo mantiene detenido en las instalaciones conocidas como Camarones, en la delegación Azcapotzalco.

En tanto, el titular de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) federal, Genaro García Luna, aseguró que se investigarán las causas por las cuales en el aeropuerto de Cancún no detectaron los paquetes con los que Flores Pereyra engañó a la tripulación del vuelo 576 de Aeroméxico.

El caso de Flores Pereyra fue tomado por la delegación metropolitana de la PGR, que inició la averiguación previa PGR/DDF/SZC/AICM/3676/0909 por los delitos de terrorismo, privación ilegal de la libertad, atentado a las vías generales de comunicación y lo que resulte.

Flores Pereyra, predicador en un grupo evangélico, rindió su declaración ministerial y fue cuestionado en distintas ocasiones respecto de las causas que lo motivaron a fingir que llevaba un artefacto explosivo en busca de lograr una entrevista con el presidente Felipe Calderón, y de acuerdo con las fuentes consultadas reiteró, como lo dijo desde el primer momento de su aprehensión, que era para cumplir con un mandato divino.

Trascendió que al boliviano de 44 años y quien tiene 17 residiendo en México se le han practicado ya estudios toxicológicos y sicológicos para determiar en la indagatoria si consumió algún enervante o presenta alguna alteración mental.

Por otra parte, Genaro García Luna declaró a un noticiero televisivo que se verifica la manera en que actúa el personal de seguridad en el aeropuerto de Cancún, y en principio señaló que esa actividad es realizada por elementos de una empresa privada. Sin embargo, dijo que se trabaja para determinar cuál fue la trayectoria de ingreso (de Flores Pereyra) al aeropuerto, pues lo que traía en la maleta tuvo que haber pasado por rayos X. Sin duda era algo que se debió detectar y detener. Hubo una falla de detección.

El secretario reconoció que no se han encontrado más datos del pastor que el de haber estado preso en Bolivia por un asalto a mano armada y las referencias que se tienen de él es que se trata de un religioso del cual su familia ha referido que es inestable, y hasta ahora no se han establecido vínculos de él con ningún grupo criminal.