Moscú, 12 de septiembre. Ante la impotencia de las autoridades, se desborda la violencia en el Cáucaso del Norte –sobre todo en las repúblicas de Chechenia, Ingushetia y Daguestán–, donde los atentados suicidas y los enfrentamientos armados ocurren casi a diario como consecuencia del nudo de contradicciones que siembra la muerte y desestabiliza esta estratégica región de Rusia.

Grupos islamitas radicales, guerrilla separatista, mafias locales, escuadrones de la muerte al servicio de gobiernos autoritarios y/o corruptos dependiendo de la república de que se trate, fuerzas de seguridad rusas (servicios secretos y ejército federal) son los ingredientes del explosivo coctel que provoca el derramamiento de sangre, en una sucesión de golpes entre unos y otros en que, a ciencia cierta, solamente se sabe el número de víctimas.

Éste es el extraoficial parte de guerra de las últimas 24 horas:

El viernes en Majachkalá, Daguestán, dos personas abatieron a tiros, en el momento en que salía de su casa, a Maksud Maksudov, subprocurador de la ciudad.

El mismo día, unas horas después, en los accesos de la ciudad de Nazrán, Ingushetia, un atacante suicida hizo explotar junto a un retén policial un automóvil Lada Priora, que había sido reportado como robado en Moscú: dos personas murieron y cuatro resultaron heridas de gravedad.

Hacia las ocho de la mañana de este sábado, en pleno centro de Grozny, la capital de Chechenia, una mujer detonó la carga explosiva que llevaba adherida al cuerpo, frente a una escuela: murió la atacante y quedaron heridos los tres policías que custodiaban la entrada del recinto escolar. Según la versión gubernamental, ningún alumno sufrió daños.

En otra zona céntrica de la misma capital chechena un joven, cuando iba a ser detenido por un grupo de policías, hizo explotar la bomba que llevaba: se desconoce el número de víctimas, pues estos hechos los difundió una agencia noticiosa rusa, sin que las autoridades los hayan confirmado.

Entretanto, en Majachkalá, Daguestán, hacia el mediodía de hoy unidades del FSB (servicio federal de seguridad de Rusia) tomaron por asalto una casa donde, según la versión oficial, se encontraba el comando que asesinó el día anterior al subprocurador de la ciudad. Durante el operativo murieron una mujer y tres hombres, entre ellos Bagautdin Kamaltudinov, sobrino de Magomed Bagautudinov, ideólogo de los islamitas radicales de Daguestán.

Por la tarde, en Nazrán, Ingushetia, un grupo de hombres armados acribilló a balazos a Azamat Bersanov, funcionario del Ministerio del Interior de esa república.

Este mismo sábado por la noche, en Majachkalá, Daguestán, Shakinat Saidova, una mujer de 21 años, cuyos tres hermanos, militantes de grupos islamitas radicales, murieron en combates con las fuerzas federales, fue detenida en una tienda en posesión de una pistola y dos granadas de fragmentación, lo que hace suponer a las autoridades ingushes que preparaba el enésimo atentado suicida.