Luis Maldonado asumió la presidencia de la Academia Nacional de Historia y Geografía
enormes amenazasde cara a las efemérides patrias de 2010
Martes 15 de septiembre de 2009, p. 5
Durante su toma de protesta como nuevo presidente de la Academia Nacional de Historia y Geografía, realizada hace unos días en el Paraninfo del Palacio de la Autonomía Universitaria, Luis Maldonado Venegas advirtió acerca de enormes amenazas
ante el cumplimiento del bicentenario de la Independencia y el centenario de la Revolución.
El también senador y presidente del Partido Convergencia mencionó como ejemplos:
“Las teorías del ‘fin de la historia’, las que arguyen la desmitificación de nuestros próceres, para mostrar sus falibilidades humanas. Las que intentan mostrar a nuestra historia patria como un martirologio de héroes decapitados, o las que pretenden rescribir la historia oficial, preñada de puentes de dulcificados dogmas, a cambio de que se escriba otra al servicio de poderes más sutiles, pero no por ello menos perniciosos.”
Maldonado Venegas, abogado, autor de libros de historia y defensor del patrimonio cultural, comenzó su intervención con un recuento de la efervescencia y el proyecto de nación posterior a la Revolución Mexicana, sobre todo a partir de 1925, cuando se fundó la academia que ahora preside, con el aval de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
El académico y político hablaba mientras a su lado estaban, entre otros, su antecesor, José Octavio Ferrer Burgos, y Luis Raúl González Pérez, abogado general de la UNAM y representante del rector José Narro Robles.
Maldonado Venegas consideró que en ese inicial periodo posrevolucionario México erigía las bases de un nuevo proyecto nacional, que aspiraba a armonizar en su justo equilibrio los anhelos de reivindicación social con la paz orgánica de la República
.
Y tras mencionar aportes y personajes precursores, como Narciso Bassols, Vicente Lombardo Toledano, los Contemporáneos, Diego Rivera, Carlos Chávez y Silvestre Revueltas, dijo:
Era el momento de la ponderación más honda y cabal de lo nuestro, de lo medular, de lo propio, el proemio de un nacionalismo cultural que aspiraba legítimamente a elevar a un primer plano los valores de nuestra identidad, rechazando la reproducción de modelos ajenos que ahogaran su significado propio.
Sin embargo, ante ese espíritu de progreso y transformación
, destacó los aportes de la globalidad
, que hace a los pueblos interdependientes. Y ponderó aún más:
Pero si la universalidad es una condición a la que no podemos ni debemos sustraernos, el sentido de la identidad, de la exaltación de lo propio, nos vincula y nos refleja ante el mundo.
Y habló de una identidad que se afirma en el impulso del cambio y se afianza en el contexto de la globalidad
, de una identidad que extienda sus raíces hacia otros troncos de cultura
.
Entonces Maldonado Venegas criticó las teorías subjetivistas que presumen que el valor de la historia no está necesariamente anclado en los hechos, sino en la visión de quien los percibe y relata
.
Dijo que la ausencia de rigor de quienes aspiran a la verdad, por inalcanzables que sean sus bases objetivas, inevitablemente nos azolva en la confusión y en la degradación de nuestra tarea esencial
.
Y planteó que el historiador, para ser veraz, debe contextualizar la materia de su estudio y no puede medir con la vara de su época la envergadura de otras épocas
.