En el PRD afloran pugnas; en el resto imperan uno o más liderazgos
Jueves 17 de septiembre de 2009, p. 38
Apenas se instaló el pleno de la quinta Legislatura de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), las divisiones internas comenzaron a asomar en todas las fracciones parlamentarias. En el caso de la mayoría perredista, las confrontaciones entre los diputados de Izquierda Unida (IU) y Nueva Izquierda (NI) comenzaron mucho antes de que rindieran protesta los flamantes legisladores.
La primera corriente la integran 23 representantes populares y es encabezada por Alejandra Barrales, mientras la segunda es la que preside Julio César Moreno. De hecho, en la misma NI se vive una discrepancia, pues el diputado Horacio Martínez Meza amagó en semanas recientes con dejar las filas de la bancada perredista y llevarse con él a tres compañeros más, pero mediante la negociación se logró evitar esa fractura.
Por lo que hace al PAN, también llegó con dos grupos antagónicos: uno liderado por Mariana Gómez del Campo Gurza, que tendría a su favor a 10 de sus 15 integrantes. El otro, por legisladores relacionados estrechamente con Jorge Triana, ex legislador capitalino, y Federico Döring, senador de la República. Tendría como cabeza visible a Juan Carlos Zárraga Sarmiento.
Respecto a la bancada del PRI, llegó al recinto de Donceles y Allende con siete miembros, pero logró sumar uno más, el necesario para que estén equilibrados los dos bloques opuestos. Por un lado, el identificado con su lideresa nacional, Beatriz Paredes, en el que están su coordinador, Joel Ayala Almeida, Leobardo López, Octavio West y Alicia Téllez, y por el otro, Israel Betanzos, Emiliano Aguilar, Cristian Vargas y el recién incorporado Fidel Suárez. Tiene como líder principal a Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre, dirigente del Movimiento Territorial del tricolor.
En el PT las cosas no son nada diferentes. Ahí la división paritaria de sus seis integrantes se da entre los que se alinean con Alberto Anaya, presidente nacional de ese instituto político, y su coordinador, Adolfo Orive, y los que pugnaron hasta el último momento porque Arturo López Cándido fuera el conductor de los destinos del nuevo grupo.
Incluso, hubo petistas que enviaron cartas al m
En el PVEM las cosas no pudieron ser peores, y el mismo día en que sus integrantes rindieron protesta al cargo se dio la primera escisión, al abandonarlos el diputado Fidel Suárez, quien se fue con los priístas.
No menos compleja es la situación en el Panal, que con sólo dos legisladores también muestra una fuerte división entre Max Reyes y Mónica Arriola, hija de la lideresa del magisterio, Elba Esther Gordillo.