José Octavio Sosa presentó libro homónimo en Bellas Artes
referente de la formación cultural del país
Domingo 20 de septiembre de 2009, p. 5
La chispeante sapiencia y el agudo sentido del humor de José Antonio Alcaraz pueden volver a ser disfrutados gracias a la aparición del libro José Antonio Alcaraz. A través de sus textos.
Presentado la noche del jueves en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, el volumen representa un rescate
del trabajo que el tan singular y multifacético personaje, fallecido en 2001, desarrolló a lo largo de 43 años en los terrenos de la crítica, la reseña y la crónica teatral, musical y operística en diversas publicaciones nacionales y del extranjero.
De acuerdo con el compilador de esta obra, publicada por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, el investigador José Octavio Sosa, hasta antes de este libro nadie se había ocupado de recuperar y reunir los textos de El Gordo Alcaraz, como se le decía afectuosamente, con lo cual las nuevas generaciones se habían privado de conocer a un destacado creador y una de las más importantes voces de la historia reciente del arte y la cultura mexicanos.
Este libro responde a una necesidad de dar a conocer a una valiosísima figura dentro del terreno de la cultura mexicana; si tratamos de englobarlo, un hombre de teatro, porque aparte de escritor, fue director escénico, músico, musicólogo, actor; es decir, un personaje que estuvo inmiscuido en todas las áreas de la escena
, indica Octavio Sosa en entrevista.
Creo que sólo le faltó hacer circo, puesto que también hizo radio. Esta compilación responde a la necesidad de recuperar a uno de los grandes escritores, uno de los grandes hombres de teatro que contribuyeron de manera decisiva a la formación cultural del país.
De acuerdo con el investigador, especialista en ópera, en el transcurso de 43 años de trabajo periodístico José Antonio Alcaraz escribió cerca de cuatro mil artículos, que fueron publicados, entre otros medios, en el diario El Heraldo de México; el suplemento Diorama de la Cultura, de Excélsior; el periódico Unomásuno y su suplemento cultural Sábado, y la revista Proceso, de la que fue fundador.
De ese corpus, 116 son los artículos recuperados por Sosa en el citado volumen, la mayoría corresponde a críticas o reseñas de música sinfónica y teatro, aunque también de ópera, aparecidos durante el transcurso de la década de los 60 y principios de los 70.
Fue una selección cuyo criterio respondió a la consideración del investigador de que esos textos, en su mayoría, eran desconocidos o ya habían sido olvidados por el grueso de la población, ante su lejanía histórica.
La recopilación de esos artículos, entre los cuales se encuentran los famosos y desternillantes premios que El Gordo proponía cada fin de año a lo mejor y lo peor en el terreno de las artes, representó para Octavio Sosa un maravilloso descubrimiento
.
Según afirma, le permitió encontrarse con la serie de virtudes y la sapiencia enciclopédica que detentaba José Antonio Alcaraz, amén de su sagazidad y talento en el manejo de la pluma, para adentrarse y encarar una amplia gama de temas relacionados con la cultura y el arte.
Detrás del libro existe también un afectuoso homenaje del ex funcionario hacia el polémico personaje, a quien conoció en 1976. Si no fuimos amigos, en el estricto sentido de la palabra, sí tuvimos una relación bastante cordial; él me hizo favor de corregir varios de los primeros textos que hice para la Ópera de Bellas Artes, sinopsis y notas al programa, y me calificaba. Le tuve enorme cariño y gran respeto, por supuesto, en la realización del libro me dejé llevar por eso.
Durante la presentación José Antonio Alcaraz. A través de sus textos, el cantante y escritor Roberto Bañuelas, el crítico musical Lázaro Azar y el especialista en ópera y productor televisivo Manuel Yrizar recordaron varios episodios y anécdotas, así como uno que otro escándalo, por los que el multifacético creador se hizo fama entre el ámbito cultural de contradictorio y polémico, ángel y demonio
.