Jueves 24 de septiembre de 2009, p. 22
México condenó ayer la situación a la que se ha visto sometida la sede diplomática de Brasil por parte del gobierno de facto en Honduras, pues ello, lejos de favorecer un clima para la reconciliación, acerca al país a una confrontación que a nadie beneficia.
En un comunicado, la Secretaría de Relaciones Exteriores manifestó preocupación por el incremento en la tensión en el país centroamericano, al señalar que desde el inicio del conflicto, México ha desempeñado un papel activo en la labor de la comunidad internacional, para promover la restitución del presidente José Manuel Zelaya Rosales en su cargo y solucionar las diferencias entre los hondureños mediante el diálogo y la negociación.
Recordó que la canciller Patricia Espinosa integró la comisión de la OEA que visitó Honduras en agosto, y que el martes encabezó una reunión del Grupo de Río, en la que se adoptó una declaración que demanda respeto a la integridad del presidente hondureño y a quienes se encuentran en la embajada de Brasil.
El gobierno mexicano reiteró su disposición para colaborar con las partes para la construcción de puentes y mecanismos de solución al conflicto en Honduras.