Regulación de las instituciones financieras, el punto más debatido en la cumbre del G-20
rebote, pero con cautela ante riesgos
Alerta sobre cómo los países afrontarán déficit fiscales por políticas contracíclicas aplicadas
Sábado 26 de septiembre de 2009, p. 25
Pittsburgh, 25 de septiembre. La cumbre del Grupo de los 20 concluyó con un tono positivo sobre la salud de la economía mundial, ya que se encuentra en un rebote
, pero también recomendó cautela ante posibles riesgos.
Así lo explicó el secretario de Hacienda y Crédito Público, Agustín Carstens, quien se valió de una metáfora médica para describir la situación de la economía mundial: Hay una actitud más positiva, pero también cauta en el sentido de que el paciente si bien va en recuperación pues todavía le falta trabajo para que la recuperación sea completamente sólida
.
Al finalizar la tercera cumbre que reúne a las potencias mundiales y emergentes desde que se desató la crisis económica, Carstens planteó que en comparación con el segundo encuentro celebrado en Londres en abril pasado, cuando no se veía ni siquiera el fondo, ahora ya se tocó fondo y ya estamos en el rebote
.
Durante un receso previo a la comida que tuvieron los 20 mandatarios con su anfitrión Barack Obama, Carstens dio un mensaje a la prensa –sin aceptar preguntas– en el que señaló que el tono de la discusión fue positivo pero cauto.
Las reservas se deben a que la recuperación encarna riesgos hacia adelante, sobre todo en términos de lograr avances en la regulación de las instituciones financieras, el punto más debatido en esta cumbre.
Otro riesgo descrito por el titular de Hacienda de México se refiere a cómo los países van a lidiar con sus déficit fiscales generados por las políticas contracíclicas y monetarias muy expansivas aplicadas ante la turbulencia.
El ambiente es tan favorable, según Carstens, que los líderes de las potencias mundiales ya comienzan a discutir y a coordinar las estrategias de salida de la crisis económica.
Ahora la tarea consiste en medir el progreso de la actividad económica y en función de ello, eliminar o adecuar los balances fiscales de cada país.
No banks
En contraste con el optimismo mostrado por el secretario de Hacienda, en esta ciudad hubo diversas manifestaciones de protesta por la situación de pobreza en el mundo y la falta de empleo. No banks, no borders
(no bancos, no fronteras) rezaba una de las pancartas que llevaban los inconformes.
Protestas que los gobernantes no vieron, ya que el Centro de Convenciones David L. Lawrence, sede de los trabajos, estuvo resguardado por cientos de militares y policías.
Los amigos
de Rahm
Para proteger a los mandatarios, entre los que se encontraban Ángela Merkel, de Alemania; Hu Jintao, de China; Gordon Brown, de Gran Bretaña, y Nicolás Sarkozy, de Francia, se estableció una especie de zona cero en el centro de la ciudad, a la que no podían acceder los propios habitantes.
Antes de ingresar, las personas pasaron por arcos detectores de metales y sus maletas fueron sometidas a revisiones exhaustivas con perros que detectaban explosivos.
En la reunión, al presidente Felipe Calderón le tocó sentarse cerca de Obama. Estuvieron separados sólo por Luis Inacio Lula da Silva, de Brasil, y tuvo a su lado a la presidenta de Argentina, Cristina Fernández.
En un almuerzo, Emmanuel Rahm, jefe de Gabinete de Obama, tuvo una deferencia con la delegación mexicana, porque cuando fue invitado a sentarse con funcionarios canadienses y de India, comentó que tenía un compromiso con sus amigos
y enseguida fue con Calderón y el embajador de México en Estados Unidos, Arturo Sarukhán.
En relación con la participación de Calderón, Carstens señaló que pugnó por capitalizar los bancos de desarrollo, sobre todo el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo, porque es la principal institución del continente americano que otorga préstamos.
Al respecto, dijo que se lograron compromisos específicos para que a más tardar a mediados del próximo año, mejore la capitalización de estos bancos.
Los gobernantes expresaron además su satisfacción por el progreso que ha hecho el Fondo Monetario Internacional, en aumentar su capacidad de préstamos y de flexibilizar su manera de operar para que ayude a los países a navegar
por esta etapa de consolidación después de una de las mayores crisis del mundo.
En esta reunión explicó que asistió por primera vez la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y todos los países coincidieron en que sus políticas económicas hacia adelante pondrán énfasis en buscar no sólo un mayor crecimiento económico, sino también mayor empleo. Esto, añadió, fue suscrito por México.