Samantha Geimer, la víctima, ha pedido que se ponga fin al proceso judicial
sexo ílicito
Lunes 28 de septiembre de 2009, p. a16
A más de 30 años de lo sucedido, la víctima de abuso sexual de Roman Polanski, Samantha Geimer, ha pedido que se ponga fin al proceso contra el afamado realizador. Asegura que sufre cada vez que se difunden los pormenores de lo ocurrido.
Los hechos se remontan a 1977 cuando en Los Ángeles fue presentada una demanda judicial en contra del cineasta por los padres de una joven de 13 años.
En esa época, el realizador se declaró culpable de tener relaciones sexuales ilegales
. Pasó mes y medio en prisión. A finales de enero de 1978, al día siguiente de una reunión entre sus abogados y un juez, este último dio a entender que volvería a ordenar su encarcelamiento; entonces Polanski tomó un avión hacia Francia, donde vive.
La persecución no fue obstáculo para volver a filmar
Polanski huyó de una posible condena a prisión y no volvió a pisar Estados Unidos. Desde 2005 las autoridades de ese país lo buscan por todo el mundo, lo cual no impidió que en la primavera de este año rodara su nueva película, The Ghost, con estrellas como Pierce Brosnan y Ewan McGregor, en países como Alemania, entre otros.
En 1977 Polanski era una figura popular en Hollywood. Se dice que la revista Vogue le había encargado un reportaje fotográfico sobre aspirantes a modelos, y el cineasta empezó a realizarlo con Samantha Geimer, de 13 años.
Se llevó a la jovencita a casa de su amigo Jack Nicholson, entonces de vacaciones. La actriz Anjelica Huston, novia de Nicholson en ese tiempo, sorprendió a ambos en el jacuzzi, rodeados de botellas de champán. Aunque el realizador polaco recomendó a la adolescente que no contara nada, ésta lo hizo y su madre lo denunció, en un proceso en el que Huston testificó en contra del realizador. En 1969 Polanski sufrió el salvaje asesinato de esposa, la actriz Sharon Tate, por Susan Atkins, integrante del clan fanático dirigido por Charles Manson.
Un juez californiano lo acusó de suministrar drogas a una menor, actos obscenos, violación mediante uso de drogas, realización de acto sexual ilícito, perversión y sodomía. Polanski aceptó ser culpable de uno solo de esos delitos: cometer un acto sexual ilícito, y aseguró que lo hizo con consentimiento de la menor.