el 29 de septiembre al primero de octubre se llevó a cabo el primer Foro Nacional de Comercio Justo y Producción Orgánica en el Polyforum Cultural Siqueiros. Este encuentro reunió a unas mil 500 personas, entre campesinos, artesanos, productores de alimentos y bebidas orgánicas y naturales. Pero también estuvieron presentes académicos de renombre, líderes sociales, activistas ambientales, personalidades de México y el extranjero, así como ciudadanos que acudieron al llamado de las agrupaciones convocantes para impulsar el movimiento de comercio justo en nuestro país.
Hubo cerca de 40 ponencias que ilustraron cómo dentro del contexto de la crisis del sistema económico se viene desarrollando una iniciativa, que para muchos es la esperanza, de que cultivando la tierra de manera sustentable, sin químicos, usando semillas autóctonas y produciendo alimentos naturales y tradicionales, se puede tener un sentido de futuro; que en México se puede seguir siendo campesino y tener una vida digna y con verdadera confianza de un futuro mejor para la familia.
En el contexto de esta reunión se desarrolló de manera simultánea en los pasillos del Polyforum una exposición de productos orgánicos, naturales y tradicionales en donde cerca de 100 grupos mostraron y vendieron orgullosos sus productos. Gran cantidad de oficinistas y amas de casa de la zona, trabajadores o estudiantes, pasaron por los pasillos visitando los diferentes locales, preguntando, platicando y comprando directo de los productores. Lo mismo el café orgánico que las tostadas de maíz criollo libre de transgénicos, los quesos, la miel de abeja, maguey o xoconostle, el aceite de ajonjolí orgánico, el azúcar mascabado y el piloncillo granulado, la vainilla o pimienta orgánicos, sin faltar los tamales chiapanecos o los granos de maíz deshidratado, listos para preparar el más mexicano pozole, entre muchos otros productos.
Mientras muchos recorrían la exposición, en el interior del Polyforum, bajo el influjo de los murales de Siquieros, se debatía sobre la historia, la situación actual y el futuro del movimiento de comercio justo y orgánico en México y en otros países. Resultó interesante escuchar tanto las historias de éxito como los obstáculos por los que pasan las organizaciones campesinas mexicanas para llevar sus productos directamente a los consumidores finales en Europa, Estados Unidos o Japón; la lucha para eliminar intermediarios y para darle mayor valor a sus productos, todos de gran calidad; pero, también, las dificultades para acercarse a los consumidores de las grandes ciudades de nuestro país, que compran generalmente en los grandes supermercados o cadenas trasnacionales, y a los que han tenido ahora que llegar construyendo una red de tianguis orgánicos que ya funcionan en nueve estados de la República, pues las cadenas de distribución dominantes han estado generalmente cerradas a estos productos de calidad superior.
En el desarrollo de las discusiones en las mesas estaban presentes varios asuntos fundamentales: el movimiento de producción orgánica y comercio justo, que nació hace más de 20 años por una iniciativa de campesinos mexicanos y que ahora ha mantenido un crecimiento exponencial en los principales mercados de los países del hemisferio norte. ¿Podrá pasar de ser marginal y convertirse en el sistema dominante?; ¿el consumo de productos orgánicos y de comercio justo en México podrá seguir creciendo hasta estar disponible para la mayoría de la población?; ¿podrán las organizaciones pasar de ser productores de materias primas para exportación a serlo de productos terminados listos para el consumo final?
Una pregunta quedó en el aire y tendrá que resolverse en el futuro: ¿este movimiento es un paliativo que dan las grandes trasnacionales a los productores y consumidores conscientes, para mantener el actual sistema neoliberal, o es realmente el germen de una nueva sociedad con relaciones más justas, con equidad y solidaridad como los criterios fundamentales de la vida en común, no importando que se sea productor o consumidor de bienes o servicios?
Las conclusiones de las diez mesas de trabajo apuntaron a la segunda opción y giraron sobre la necesidad de seguir impulsando este movimiento y de ir integrando a todas las iniciativas, grandes o pequeñas, que ya hay en varias regiones del territorio nacional, para tratar de conformar un gran frente común.
Esperamos que el segundo foro, que se acordó realizar el próximo año, permita ver el avance de estos grupos y de los nuevos que se vayan sumando en el camino.
Se agradece que las asociaciones de Comercio Justo México, Certimex, Servicios Integrales de Comercio Justo, Agromercados y La Coordinadora Mexicana de Pequeños Productores de Comercio Justo hayan impulsado este foro y sigan trabajando por el comercio justo y la producción orgánica en beneficio de los productores y consumidores mexicanos.
* Asesor de Comercio Justo