Integrantes del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) afirmaron que se encuentran en alerta máxima debido al riesgo de que autoridades federales intenten tomar las instalaciones del gremio y requisar la paraestatal Luz y Fuerza del Centro (LFC), ante la inminente negativa de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) a otorgar la toma de nota al comité ejecutivo encabezado por Martín Esparza Flores.

Fernando Amezcua, secretario del exterior del SME, indicó que todos los agremiados están en alerta y coordinados para, en caso de tener cualquier incidente, éste sea reportado de inmediato, por lo que estaremos muy pendientes de las instalaciones.

Recordó que antes de aplicar una requisa a LFC el gobierno federal “tendría que publicar un documento informando de esta decisión en el Diario Oficial de la Federación, aunque no descartamos que (funcionarios) puedan violentar la Constitución y tomen las instalaciones antes de publicarlo”.

Aseguró que la administración calderonista ha montado toda una estrategia para desprestigiar al SME y a LFC desde octubre de 2008, con lo que se busca liquidar la empresa. Es el verdadero objetivo del gobierno federal, pues sabemos que la consigna es pasar por encima del gremio electricista a pesar del costo político que pueda representar.

Por la tarde, momentos antes de que un contingente de al menos 3 mil trabajadores electricistas participara en la marcha por el 41 aniversario de la matanza de Tlatelolco, convocada en la capital del país, Amezcua insistió en que “hay calma entre los agremiados del SME.

Estamos a la espera de lo que definan las autoridades laborales, pues el plazo legal para la entrega de la toma de nota vence este 5 de octubre, y podemos demostrar que cumplimos en tiempo y forma con los requisitos para obtenerla y hacer respetar el voto mayoritario de los trabajadores.

En entrevista por separado, Alejandro Muñoz, quien encabeza al grupo opositor a Esparza Flores en el sindicato de electricistas, y quien fue removido de su cargo como tesorero del gremio el pasado 24 de septiembre, calificó de cortina de humo lanzada por el secretario general del SME la posibilidad de que se aplique una requisa a LFC, aunque reconoció que, en todo caso, las autoridades federales deben estar tomando sus precauciones, como lo hacen cada año durante la negociación salarial.

Insistió en que no es el SME quien incurrió en corrupción y fraude electoral, sino Martín Esparza y su grupo, por lo que aseguró que “ningún trabajador se prestaría a suspender el suministro de energía eléctrica o participar en la toma de instalaciones, pues las autoridades federales no las pueden tomar, ya que no se cumplen las condiciones para una requisa”.