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Bruno Bresani abre exposición sonora en el Centro Cultural de España

Artista brasileño explora canales alternativos al mercado del arte

Mi apuesta es por las nuevas tecnologías para eludir el control de las empresotas, indica

Con dos colegas, en Reverb propone reflexionar alrededor de la violencia de género

Foto
Hay que ser críticos con las ferias de arte, manifiesta el artista y fotógrafo Bruno Bresani durante la entrevista con La JornadaFoto Cristina Rodríguez
 
Periódico La Jornada
Martes 6 de octubre de 2009, p. 4

El mercado del arte es un medio muy fácil para lavar dinero, pues desafortunadamente se carece de leyes que lo impidan. Eso ha motivado, entre otras cosas, que muchos niños bien se conviertan en artistas, con padrinos empresarios que venden obra como si se tratara de meros productos comerciales, señala el artista visual Bruno Bresani (Recife, Brasil, 1973).

El también fotógrafo se encuentra en México para participar, junto con Alejandro Casales e Iván Abreu, en la exposición de arte sonoro Reverb, en la cual reflexionan en torno a la violencia de género.

En entrevista con La Jornada, Bresani explica que si bien en algunos caos es válido el auge que han tenido las ferias de arte, sobre todo los pasados cinco años, hay que ser críticos.

Añade que “no porque un empresario te diga que cualquier cosa es arte lo es, o que un artista lo es por ser sobrino del galerista; además hay que ver de dónde viene y adónde va el dinero, pues no hay controles.

Por eso mi apuesta es por los canales alternativos, sobre todo por las nuevas tecnologías, para dar la vuelta a esas empresotas que controlan, inclusive, los medios de comunicación. Ésa es una labor que estamos intentando algunos artistas, lanzando nuestras propuestas, pero que también reflexiones sobre algún problema social.

Por eso, continúa, la pieza que presenta en el Centro Cultura España pone ante los reflectores la violencia de género, “en particular en el caso de España, donde la situación es muy difícil, pues se hizo una ley en la que cualquier chica, sin ninguna prueba, puede denunciar a un chico y éste es detenido 48 horas hasta que se averigüe si es cierta o no la denuncia. El resultado es que los juzgados están saturados de denuncias, en su mayoría falsas.

“Claro, el tema lo pongo en tela de juicio mediante una pieza que no es tan didáctica y que consiste en una cajita de música rosa por dentro, negra por fuera, con una bailarina.

Por fuera está forrada con partes de una carta de amor que recibí. De la cajita no se escucha música, tiene un dispositivo dentro para que alguien conecte unos audífonos y escuchar la música de la cajita mezclada con la grabación de una pelea de separación de pareja, una discusión que tuve, claro, sin nombres ni datos personales porque la idea es que no sea yo, ni la otra persona. Ahora es ya una reflexión acerca de una ruptura.

Todas las obras de Bresani parten siempre de una experiencia personal, pero él enseguida va tejiendo ese material tan íntimo con sus inquietudes políticas y sociales. Inclusive un amigo siempre le dice que él es una suerte de vampiro que busca extraerles a sus parejas la esencia para crear y sentirse vivo.

Es broma, aclara Bruno, quien prosigue con la descripción de su obra: “es una pieza que no es abierta; el espectador necesita acudir, entrar en ella, entrometerse en su intimidad. Estuvo exhibiéndose el año pasado en Barcelona, pero se robaron la cajita de música y un conejo de peluche aplastado que tenía pintada la palabra love; por eso tuve que reconstruirla”.

Si bien su primer acercamiento al arte fue mediante la fotografía, Bresani –quien radicó varios años en México– señala: Me sentía un poco limitado con ese medio; por eso comencé a experimentar con la imagen en movimiento, aunque sigo con la base de la foto fija, muchas veces en blanco y negro, pero apoyado con el sonido, la música, la luz, con algún objeto que refuerza lo que quiero decir o le da temporalidad para contar una historia.

Además de su participación en la exposición Reverb, Bruno Bresani lleva a cabo otro proyecto: El contenedor de los amores imposibles, un espacio en Internet donde cualquiera, de manera anónima, puede enviar unos cuántos párrafos que narren su historia de amor imposible, la cual se publica en Twitter, además de que, si se desea, se envía a la persona a la que está dedicado el texto.

De esos sueños o recuerdos que permanecerán en el ciberespacio durante largo tiempo se extraen palabras que al azar se mezclan. Además, cada mensaje se imprime para ser depositado en un contenedor que se exhibirá de manera itinerante en diversos museos y galerías.

La pieza-instalación-virtual, en la que el artista cuenta con la colaboración de Mar Canet, programador de videojuegos y diseñador, fue creada durante una residencia en el centro de arte Hangar de Barcelona, entre el verano de 2008 y comienzos de 2009 (www.impossiblelove.org).

La muestra Reverb se inaugura este martes a las 19 horas en el Centro Cultural de España (Guatemala 18, Centro Histórico), como parte del programa de promoción a la creatividad e identidad cultural iberoamericana de esa institución.