Martes 6 de octubre de 2009, p. 22
Los impuestos que se apliquen a los servicios de telecomunicaciones se trasladarán a los consumidores finales, porque las empresas no están en condiciones de absorberlos, ya que enfrentan recesión, devaluación, estructura de costos y baja de ingresos, advirtió el director de la consultoría The Competitive Intelligence Unit, Ernesto Piedras. El especialista criticó la falta de políticas públicas claras y el discurso contradictorio del gobierno federal, que pretende colocar a México entre los 30 países líderes en infraestructura, pero en los hechos intenta gravar a este sector con impuestos globales de 6 por ciento, lo que producirá mayor contracción en la demanda como consecuencia de este ejercicio de desesperación fiscal
. Al dar a conocer el documento Nuevos impuestos a telecomunicaciones: efectos perniciosos e inconsistencia de política pública, destacó que si la Secretaría de Hacienda logra que se apruebe la aplicación de 4 por ciento de impuesto especial sobre producción y servicios a los servicios de telecomunicaciones, y además 2 por ciento del impuesto contra la pobreza, se puede prever una seria contracción en el flujo de inversiones de los operadores, quienes este año estarían invirtiendo alrededor de 3 mil millones de dólares.