Plantea gravar operaciones financieras y con lo recaudado ayudar a los países pobres
Desmiente el Nobel de Economía que no haya dinero para impulsar el desarrollo mundial
Martes 6 de octubre de 2009, p. 23
Estambul, 5 de octubre. Se deben aplicar impuestos a las operaciones financieras, a fin de evitar un comportamiento irregular de los mercados, y que el gravamen recaudado sirva para pagar el daño entre los países pobres, víctimas inocentes
de la crisis, propuso el premio Nobel de Economía, Joseph Stiglitz.
Al asistir aquí a la asamblea anual del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial, el premio Nobel expresó ante la prensa que el sector financiero contaminó la economía global con activos tóxicos y ahora debe limpiarla
.
Afirmó que, contrariamente a lo que se ha dicho en el discurso oficial, sí hay dinero para impulsar el desarrollo mundial. Destacó que a principios de este año Washington aprobó en una hora
un paquete de estímulo de 700 mil millones de dólares, el equivalente al total de ayuda externa global en una década, lo que invalida el argumento de que no hay dinero para el desarrollo.
Lo que uno se pregunta es ¿quién está más necesitado: los países en desarrollo o los banqueros estadunidenses?
, cuestionó.
El Nobel de Economía reiteró que la economía estadunidense todavía se encuentra en condición precaria: el principal patrimonio familiar, la vivienda, ha sido seriamente impactado, por lo que en el ánimo de los estadunidenses la recesión no ha llegado a su fin, al tiempo que se han restructurado un número relativamente pequeño de hipotecas y el programa para restructurarlas no ha funcionado muy bien
.
Se refirió además a la persistencia
de elevados niveles de desempleo, lo que en su opinión invalida la teoría oficial de que la recesión ha acabado.
Mencionó que el crecimiento previsto por el FMI para Estados Unidos, de 1.5 por ciento para 2010, con una contracción de 2.7 por ciento para el presente año, “no es lo suficientemente robusto.
Lo importante es que si Estados Unidos no crece a una tasa al menos de 3.3 por ciento no será capaz de crear puestos de trabajo
, subrayó.
El profesor de la Universidad Columbia, en Nueva York, destacó que las estadísticas de desempleo de Estados Unidos no dan una buena visión de lo que realmente está sucediendo
. Afirmó que un indicador más amplio, que incluye a los que han dejado de buscar trabajo y a los que tienen empleo a media jornada, muestra que la tasa de desempleo está en 17 por ciento. La situación en el mercado laboral es realmente mala
, dijo.
Señaló que lo que ha sostenido a la mayoría de los hogares de ese país ha sido el crédito, que para muchos es un recurso para no bajar de estatus.
A eso hay que añadir otro dato preocupante: que la mayoría de los estadunidenses afrontan esta crisis en peor situación que la anterior, en 2000.
Los ingresos medios de los hogares eran 4 por ciento más bajos en 2007 que en 2000
, explicó Stiglitz, y señaló que los estadunidenses fueron capaces de mantener su nivel de vida a fuerza de endeudamiento. Pero, en su opinión, a partir de ahora tendrán que acostumbrarse a vivir dentro de sus posibilidades
, y no está claro todavía cuáles serán las repercusiones para la economía global, que en los últimos años ha estado sustentada en gran medida por el inagotable apetito de los consumidores estadunidenses.
Respecto del dólar, precisó que cada día cobra más fuerza la creencia de que no será la moneda de reserva del futuro inmediato, por lo que propuso que se someta a discusión multilateral.
Indicó, en otro aspecto, que el nuevo motor de crecimiento global podría ser una economía verde
con inversiones en energías renovables y negociación de emisiones de carbono, entre otras cosas.