La Habana, 10 de octubre. Aumentan los daños económicos a la industria azucarera cubana a consecuencia del embargo estadunidense, que ascendieron a 127 millones de dólares en el último periodo anual de comparación, afirmó el viceministro del sector Nelson Labrada.

Dicha cifra, registrada entre abril de 2008 y marzo de este año, es superior a los 113 millones de dólares contabilizados en los 12 meses inmediatamente anteriores, así como al promedio de 100 millones de dólares en daños anuales de los últimos 10 ejercicios, según datos aportados por Labrada en La Habana.

Ese bloqueo sigue ahí. No ha aflojado ni un tantito, yo diría todo lo contrario. Hay mucha más agresividad, afirmó el viceministro del Azúcar, y aseguró que la llegada a la presidencia estadunidense de Barack Obama realmente a los efectos del bloqueo no han significado nada.

Según explicó, el embargo económico, financiero y comercial impuesto por Estados Unidos a Cuba desde los años 60 supone para la industria del azúcar un incremento en sus gastos en un promedio de 35 por ciento.

De los daños registrados, más de la mitad se deben a la necesidad de buscar en mercados alternativos como Europa y Asia los fertilizantes, herbicidas y maquinaria que no se pueden adquirir en Estados Unidos, lo que encarece considerablemente los costos de transporte marítimo, explicó.

Igualmente, según Labrada, se incrementan los costos de las transacciones financieras, en vista de que los bancos estadunidenses no tienen permitido trabajar con Cuba y son muchos también los de terceros países que rechazan operaciones con la isla ante el miedo a sanciones.

Para nosotros se convierte en un dolor de cabeza. Al final siempre hay quien acepta hacer la operación, pero introduce una tasa de sobrecargo de riesgo por hacer esas operaciones con Cuba, dijo el viceministro. En el primer trimestre de este año, tres bancos han rechazado efectuar transacciones de pago al estar vinculados con capital estadunidense y temer a las represalias de ese gobierno.

Labrada explicó que a consecuencia de los tiempos de transporte más largos y de los obstáculos a las transacciones financieras, los fertilizantes y herbicidas no llegan a tiempo para el comienzo de la zafra, por lo que se deja de producir parte del azúcar planificado. Para el último periodo anual de comparación, dicho monto se estima en unos 40 millones de dólares.

En 2008, Cuba produjo 1.4 millones de toneladas de azúcar, con una facturación de 600 millones de dólares, frente a los 4 mil millones de dólares que llegaba a ingresar en momentos en los que comerciaba con la Unión Soviética y el bloque comunista europeo.

Según Labrada, la industria cubana del azúcar ya no es la locomotora de la economía en la isla, pero ejerce un papel importante, al garantizar el autoabastecimiento del país y servir de base para otras industrias, como la del ron, otro de los emblemas de Cuba.

Labrada afirmó que la empresa cubana Tecnoazúcar, encargada de comercializar en el extranjero varias marcas de ron cubano, caramelos y otros derivados del azúcar, obtuvo en 2008 una facturación anual de 55 millones de dólares. Sin embargo, según el viceministro, si no existiera el embargo estadunidense dicha cantidad podría triplicarse.