Este lunes, los gobernadores del PRI formalizarán su rechazo al impuesto de 2 por ciento propuesto por el gobierno federal. En contrapartida, propondrán una reducción sustancial al gasto corriente de la administración pública y la revisión de uno de los tres paquetes en los que se dividen los regímenes especiales, a efecto de que contribuyan en mayor medida quienes más recursos obtengan.

Sin embargo, no se prevé que se eliminen privilegios como el régimen de consolidación fiscal, que permite a las grandes empresas pagar en promedio 1.7 por ciento del impuesto sobre la renta (ISR).

De acuerdo con asistentes a la reunión que sostuvieron el lunes pasado los gobernadores del tricolor, en la que revisaron la propuesta de paquete económico del presidente Felipe Calderón, todavía existen mandatarios estatales que consideran viable el nuevo impuesto, por lo que no hubo en ese encuentro una negativa formal a dicho gravamen, además de que se planteó aumentar el precio de la gasolina, el diesel y el gas automotor.

La mayoría sostiene que se trata de un impuesto envenenado y no están dispuestos a pagar el costo político que les significaría aumentar impuestos, menos aún ante la perspectiva de recuperar la Presidencia de la República en 2012. En lo que hay absoluto consenso es en el rechazo a que se disminuyan sus respectivas participaciones.

El hecho de que no se haya manifestado un rechazo absoluto al nuevo impuesto del 2 por ciento generó en la Secretaría de Hacienda buen ánimo, aun cuando saben que esta posibilidad no pasará de este lunes. Eso ha permitido mantener un clima de cordialidad en las negociaciones, a pesar de la amenaza del presidente Calderón de que sin paquete económico no habría participaciones a los estados, revelaron fuentes de la dirigencia nacional del PRI.

Como sucede en cada negociación presupuestal, los gobernadores advirtieron el lunes pasado que los estados y municipios son rehenes de los convenios mediante los cuales el gobierno federal secuestró sus facultades fiscales, con razones que en su momento pudieron ser válidas, pero que en la actualidad son anacrónicas.

También insistieron en viejas propuestas como auditar la recaudación participable, anticipar recursos por reducciones a las participaciones e incrementar el Fondo General de Participaciones; aumentar montos a los fondos del ramo 33 y a los recursos para seguridad pública.

Otras acciones

Otras mas se refieren a exigir al gobierno federal que aplique medidas contra la evasión y la elusión fiscales, y para la transparencia y rendición de cuentas, pero destacaron la racionalización del gasto público.

Este fin de semana, luego de sendas reuniones entre miembros de la dirigencia del tricolor y legisladores priístas que traen la voz de sus gobernadores, la conclusión fue el rechazo absoluto al nuevo impuesto, a promover la racionalización y el gasto corriente, especialmente en lo que se refiere a las miles de plazas con niveles de subsecretarios que crearon Vicente Fox y Felipe Calderón.

Las nuevas plazas, según los análisis de los legisladores del PRI, son poco más de 6 mil; no sólo significan un gasto importante en salarios, sino en todas las erogaciones que deben hacerse en términos de servicios, prestaciones y asesores, entre otros.

Al preguntar a dirigentes del tricolor sobre la posibilidad de que algunos legisladores se vean presionados al momento de discutir el tema de los regímenes especiales, particularmente cuando las grandes empresas beneficiarias de dichos esquemas de tributación son a la vez grandes contribuyentes a las campañas de los propios legisladores o sus respectivos gobernadores, señalaron que en este momento los diputados gozan de amplia libertad.

Esto en virtud de que el PRI entregó a cada candidato a diputado federal más de 400 mil pesos para sus respectivas campañas. Sólo se les permitió un financiamiento externo de alrededor de 100 mil pesos y fueron muy pocos los que lo buscaron; eso nos asegura esa independencia al momento de discutir el paquete económico y las propuestas que harán este lunes los gobernadores, aseguraron.