México vive emergencia: Sin maíz no hay país
Lunes 12 de octubre de 2009, p. 20
La Confederación Nacional Campesina (CNC), la Unidad de la Fuerza Indígena y Campesina (UFIC) y la Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras del Campo (ANECC) demandaron al gobierno federal implementar un sistema integral de estímulos y subsidios al sector rural que sirva para sustituir las importaciones.
El año pasado, el gobierno importó 42 por ciento del consumo alimentario y casi la totalidad de la demanda de soya y arroz; en esta administración el gasto por las importaciones de alimentos ascendió a 40 mil millones de dólares, agregaron.
El secretario de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación, Francisco Mayorga Castañeada, dijo que se debe fortalecer la alianza de los productores primarios con la cadena de suministro de alimentos a la población con esquemas que garanticen la calidad e inocuidad de los productos agrícolas, pecuarios y pesqueros.
En un comunicado, el titular de Sagarpa asentó que busca consolidar compras directas de las cadenas comercializadoras a los productores para evitar intermediarios y así reducir el costo de los alimentos al consumidor y lograr que se incrementen los ingresos del productor primario.
Isidro Pedraza Chávez, dirigente de la UFIC, anunció que se promoverá y gestionará el programa regional de producción, distribución y comercialización en beneficio de los campesinos e indígenas, mediante el cual los grupos en condiciones de pobreza acceda a fuentes de ingreso sostenibles y cuente con respaldo técnico y de organización.
Explicó que se busca apoyar con un millón 250 mil pesos a cada corporativo de 25 organizaciones locales para que cada unidad productiva tenga acceso a 50 mil pesos de capital de trabajo; el monto es pequeño, pero la intención es beneficiar a los campesinos e indígenas que no tienen apoyos para sus proyectos productivos.
Las organizaciones de la campaña nacional Sin maíz no hay país consideraron que México se encuentra ante una emergencia alimentaria, económica y ambiental, pues aumentó la población malnutrida, se estancó la producción de alimentos y se elevó el volumen de importación de alimentos.