Sao Paulo, 18 de octubre. El británico Jenson Button liberó toda la presión acumulada durante 10 temporadas de expectativas y 16 grandes premios al lograr hoy en Brasil ser campeón del mundo de Fórmula Uno.

Desde el coche cantó We are the champions, de Queen, por radio, al pasar la meta; luego se abrazó con todos, se bañó en champaña, lanzó besos hacia las cámaras de televisión y finalmente respiró aliviado cuando la lluvia también apareció para no perderse la fiesta.

Es más que un alivio. Los recuerdos, los buenos y los malos, vienen a la cabeza. Luego de un gran inicio de campaña, las pasadas carreras fueron muy estresantes, admitió el piloto de 29 años, quien ganó seis de los siete primeros grandes premios, pero que sólo pisó el podio una vez en los nueve restantes.

Lo que hemos logrado tras este invierno es extraordinario, afirmó al recordar las dificultades del equipo para encontrar un comprador tras la retirada de Honda de la Fórmula Uno, hace 11 meses.

He merecido ser campeón, he sido el mejor en los 16 grandes premios. Soy campeón del mundo. Apenas puedo creerlo cuando lo digo, expresó Button, quien describió el Gran Premio de Brasil como la mejor carrera de su vida, tras remontar nueve puestos: salió decimocuarto y acabó quinto, con lo que se convirtió en el décimo campeón mundial de origen británico.

Button se vio favorecido por la pérdida de posiciones de su compañero de equipo en Brawn GP, el brasileño Rubens Barrichello, quien arrancó primero.

“No sabía lo que haría Rubens, pero a pesar de que yo salía lejos, sabía que podía pelear por la sexta plaza, ésa fue mi estrategia. Estaba feliz por Rubens y por el equipo luego de que logró la pole, pero yo me sentía mal. Entonces me tomé dos copas y (quedé) listo para hoy”, bromeó.

Hace 21 años se subió a un kart

Hace 21 años que me subí a un kart. Me encanta ganar. Nunca esperé ser campeón del mundo de Fórmula Uno, porque siempre se piensa que los pilotos de F-1 son diferentes a uno. Pero lo logré hoy, dijo Button nada más bajarse del coche, cuando recibió la felicitación del dueño del serial, su compatriota Bernie Ecclestone. Se lo merecía, dijo el magnate.

Más emocionado, el padre de Button, John, señaló: Nunca pensé que lo lograría, pero ya está aquí para siempre.

El futuro para 2010 es incierto, pero no le faltarán ofrecimientos. No he hablado seriamente con ningún equipo sobre qué hacer el año que viene. Hablaré con Brawn cuando haya superado mi emoción, aclaró el piloto.

El británico valoró especialmente haber sido campeón con una escudería como Brawn, que supo aprovechar todos los recursos de los que disponía Honda.

No es un equipo completamente nuevo, pero no existiría si Ross no estuviera aquí, comentó sobre Ross Brawn, no sólo el propietario, sino el ideólogo ya desde 2008 del coche de 2009, como lo fue también del insuperable Ferrari del alemán Michael Schumacher al comienzo de la década.

Se merece una medalla, dijo Button, sabedor de que Brawn es copartícipe de su título.

En tanto, pese a la frustración por no conquistar su primer título en la Fórmula Uno, el veterano Barrichello elogió el desempeño de su compañero.

Él merece ser campeón, dijo el brasileño, quien arrancó en la pole, aunque enfrentó problemas en serie durante la carrera, sufrió un pinchazo en las últimas vueltas y terminó octavo, callando a la multitudinaria hinchada local que lo festejó en el autódromo de Interlagos, en Sao Paulo.

Fue una felicidad muy grande haber podido liderar parte de la carrera. Competir en casa tiene un gusto mejor, Interlagos es el amor de mi vida, afirmó el piloto, quien jamás, en sus 16 años de carrera, ha logrado ganar una prueba delante de su público.

Barrichello lamentó los problemas que enfrentó al inicio de la temporada con su Brawn GP y que, a su juicio, beneficiaron al inglés: En la segunda mitad de la temporada, las cosas fueron mejores para mí, pero Jenson hizo lo que era necesario y merece ser campeón.

El brasileño declinó revelar sus planes y no confirmó las noticias según las cuales se trasladaría a la escudería Williams la próxima temporada: Pienso que en 2010, no importa dónde esté, tendré un coche competitivo.

Pese a los tropiezos, aseguró que se siente complacido con su desempeño en 2009: Fue un gran campeonato, tengo que levantar las manos hacia el cielo y agradecer por todo lo bueno que me pasó. Salgo con la cabeza en alto, expresó.

Los ganadores

El Gran Premio de Brasil quedó en manos del australiano Mark Webber, de Red Bull. El podio lo completaron el polaco Robert Kubica (BMW-Sauber) y el inglés Lewis Hamilton (McLaren), ahora ex campeón mundial.

En tanto, el alemán Sebastian Vettel, quien tenía que terminar entre los dos primeros para mantener sus aspiraciones al título, finalizó en cuarto lugar con su Red Bull.

Brawn GP, que necesitaba sólo un punto para ganar el campeonato de constructores, se convirtió en la primera escudería en llevarse esa corona en su temporada debut en la categoría.