Semillas de Vida interpondrá una demanda legal y recurrirá a organismos internacionales para proteger a México como centro de origen del maíz. Asentó que la aprobación de dos permisos para la siembra experimental de maíz transgénico en Tamaulipas es un atropello a la capacidad científica con el fin de favorecer a Monsanto.

Adelita San Vicente, integrante de Semillas de Vida, manifestó que 90 por ciento de los 7 mil comentarios que recibió la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad durante la consulta pública en torno de los 35 permisos para sembrar maíz genéticamente modificado fueron contra ellos.

Las autoridades dicen que tomaron en cuentas las opiniones de científicos y ciudadanos para la decisión, pero sorprende que sólo consideraran los comentarios referentes a las medidas de bioseguridad, pese a que los señalamientos eran de claro rechazo a los experimentos.

En la aprobación de las dos solicitudes, emitida por las secretarías de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) y de Medio Ambiente y Recursos Naturales, hubo poca transparencia, pese a que la exigencia de científicos y múltiples organizaciones de productores, ambientalistas y sociales era que no debían otorgarse más permisos.

San Vicente asentó que Semillas de Vida interpondrá un recurso legal contra la autorización, y recordó que la Suprema Corte de Justicia de la Nación no ha emitido su fallo en torno de la controversia constitucional que el año pasado presentaron diversas agrupaciones contra el reglamento de la Ley de Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados.

Es claro que el gobierno está beneficiando las prácticas monopólicas de Monsanto, pues 80 por ciento de las solicitudes fueron presentadas por esa trasnacional, la cual tiene el mayor mercado de maíces híbridos. Hay muchos huecos jurídicos y de información; lo más grave es que se deja de proteger a México como centro de origen del maíz y no se toman en consideración los estudios científicos.

La Confederación Nacional de Productores Agrícolas de Maíz de México (CNPAMM) y el titular de la Sagarpa, Francisco Mayorga Castañeda, acordaron avanzar en las acciones de cuidado y conservación de los maíces criollos mediante programas que garantizan su preservación y puedan traer beneficios económicos a los agricultores.

Efraín García Bello y Carlos Salazar, dirigentes de la CNPAMM, presentaron el proyecto maestro de maíces mexicanos, con el que, aseguraron, se protegerán los granos criollos y se trabajará para tener un sistema de calidad por normas, mejorar el nivel de competitividad de los maíces mexicanos y desarrollar estrategias en favor de la productividad y optimización de costos.

En un comunicado, el titular de la Sagarpa expresó que desde 2002 hay un programa de protección, conservación y aprovechamiento sustentable del maíz criollo, en el que participan las organizaciones de productores. A los integrantes de la CNPAMM les habló de la importancia de adoptar medidas que protejan en campo a los maíces criollos, diversifiquen los usos del grano conforme a su potencial comercial, bioquímico e industrial; identifiquen la vinculación de las distintas razas del grano milenario con las diversas regiones y culturas de nuestro país, y expongan en el extranjero los alimentos, artesanías y materias primas a base de maíz.