La Paz, 22 de octubre. El presidente boliviano, Evo Morales, acusó este jueves al presidente del Organo Electoral Plurinacional (OEP), Antonio Costas, de estar abiertamente parcializado y ser el mejor jefe de campaña de los derechistas Manfred Reyes Villa y Leopoldo Fernández, candidatos a presidente y vicepresidente de la república por el derechista partido Plan Progreso para Bolivia (PPB).

Morales hizo esta declaración en Santa Cruz, luego de que la autoridad penitenciaria paceña negó el permiso, por no ajustarse a los reglamentos jurídicos para que Fernández diera una conferencia de prensa en el penal de San Pedro, como se proponía hacerlo después que el tribunal electoral le autorizó a hacer campaña electoral.

Fernández, el ex prefecto (gobernador) del departamento de Pando y férreo opositor del presidente Morales, está preso acusado de terrorismo, asesinato, homicidio, lesiones graves y leves y asociación delictuosa por la matanza en El Porvenir, ocurrida en septiembre de 2008 en la que 13 campesinos y estudiantes normalistas fueron abatidos.

Manfred Reyes es un militar que estudió en la Escuela de las Américas, institución estadunidense de la que se han graduado numerosos militares latinoamericanos violadores de los derechos humanos; el político derechista fue prefecto de Cochabamba, y fue revocado de ese cargo en una consulta popular en 2008.

En rueda de prensa, el mandatario dijo que el órgano electoral ha dejado de ser un árbitro imparcial para administrar las elecciones generales del 6 de diciembre, al haberse aliado con uno de los partidos que pugnan por el poder. Por ello, señaló que incluso denunciará esta situación ante observadores internacionales.

Morales se refería así a la resolución de la sala plena de la OEP que determinó que Fernández puede ejercer sus derechos a la libertad de expresión con fines electorales y a realizar propaganda política, y a la carta que le envió dicho órgano para que instruyera al ministro de Gobierno para otorgar garantías al ex prefecto de Pando para que pueda realizar campaña electoral desde la cárcel.

Tras ser regresada tal resolución con los alegatos jurídicas del caso, dijo esperar que la errada posición de los vocales de la OEP sea un gafe jurídico de sus asesores para que reencaminen su posición debido a que la situación de un detenido es responsabilidad de la justicia y no del Poder Legislativo o Ejecutivo o del propio Poder Electoral, que no puede estar por encima de las decisiones judiciales.

El presidente añadió que Fernández sabe que jamás será vicepresidente, pero con su candidatura busca impunidad para no responder por las acusaciones que hay en su contra, y subrayó que la ley de ejecución penal establece que los reos con condenas ejecutoriadas o detenidos preventivos deben someterse al reglamento disciplinario del régimen penitenciario.

En tanto, dos grupos, uno a favor de Fernández que gritaba: dictadura no, democracia sí, y otro en contra del ex funcionario con proclamas contra la impunidad, se manifestaron frente al penal, donde intercambiaron insultos.

Estos hechos, entre otros conflictos que el gobierno ha considerado artificiales, son para analistas políticos parte de la guerra sucia de cara a los comicios en que Morales marcha como favorito para ganar por amplia mayoría con más de 50 por ciento de intención de voto para renovar su mandato por cinco años, frente a 20 por ciento que obtendría el binomio Reyes Villa-Fernández, según recientes encuestas.