Viernes 23 de octubre de 2009, p. 24
Asunción. Las consecuencias de un sonado caso de secuestro y denuncias de un intento de fraude al Estado dejaron al presidente paraguayo, Fernando Lugo, en medio de una tormenta política que amenaza con costarle el cargo a leales colaboradores. Voceros del gobierno se vieron obligados a desmentir que el presidente se alejaría del cargo mientras referentes del opositor Partido Colorado sacaban a relucir la posibilidad de impulsar un juicio político en las próximas semanas. Lugo ha sido criticado por la oposición, que tiene mayoría en el Congreso, por su política de seguridad tras el secuestro de un conocido ganadero por un grupo armado de extrema izquierda que tiene en vilo la conflictiva región norte. Además, el gobierno enfrenta acusaciones por la intención de comprar miles de hectáreas presuntamente sobrevaluadas para desarrollar proyectos vinculados a la reforma agraria, uno de los compromisos de campaña del mandatario socialista.