El general brigadier diplomado de estado mayor Héctor Aguilar Soriano sufrió un atentado cuando viajaba por la carretera Gómez Palacio-Chihuahua, rumbo a Tamaulipas, donde supuestamente en las próximas horas asumiría un cargo. El jefe militar sufrió dos rozones de bala en el rostro y el cuerpo, que no ponen en peligro su vida.

Los civiles Cuauhtémoc Esparza y José Alfredo Campuzano resultaron heridos al ser alcanzados por balas perdidas, cuando se trasladaban en un vehículo por la misma vialidad.

Aguilar Soriano provenía de Ensenada, Baja California, donde fungió como jefe de la guarnición militar El Ciprés, cuando en el kilómetro 12, a la altura de la comunidad Bermejillo, municipio de Mapimí, Durango, se le emparejó una camioneta. Los ocupantes de la unidad abrieron fuego contra el automóvil en el que se transportaba el mando castrense, quien recibió dos rozones de bala y fue trasladado a un hospital de Torreón, Coahuila.

Los cadáveres de Juan Carlos Lua Zalapa y José Zacarías Barajas, policías de Paracho, Michoacán, levantados la noche del sábado por un comando, fueron encontrados en la comunidad purépecha de Capacuaro.

Familiares y amigos de las uniformados ocuparon la sede de la alcaldía, retuvieron varios autobuses y bloquearon vialidades que comunican con las poblaciones Ahuirán, Urapicho y Uruapan para exigir a las autoridades el esclarecimiento de los crímenes. Otras cinco personas fueron ultimadas a balazos en Michoacán.

Autoridades policiacas reportaron 18 crímenes más en Chihuahua, Baja California, Sinaloa, Guerrero, Morelos, Nayarit y el estado de México.

Dos internos del penal de Parral se fugaron la noche del domingo llevándose consigo al custodio Humberto Chávez Ortega.

En Ciudad Juárez, sicarios irrumpieron en un corralón de la Procuraduría General de la República y robaron varios vehículos, algunos blindados.

En un operativo militar en el municipio de Guadalupe, Nuevo León, fueron capturados 13 zetas, entre ellos uno de los cabecillas, identificado como Juan Carlos Martínez. También fueron arrestados los policías municipales Carlos Espinoza y Néstor Hernández, quienes brindaban protección al grupo delictivo, y fueron liberadas dos personas secuestradas.

R. Villalpando, E. Martínez, A. Heras, J. Valdez, S. Ocampo, R. Morelos, S. Chávez, J. Narváez, D. Carrizales y la corresponsalía en Durango