México es el único país de Latinoamérica que elabora productos biológicos veterinarios de excelente calidad para diagnosticar la tuberculosis del ganado y combatir la gripe aviar, asentaron directivos de la Productora Nacional de Biológicos Veterinarios (Pronabive).

En un recorrido por las instalaciones del organismo público descentralizado –creado en 1973–, su director, Héctor Castell Blanch, comentó que anualmente se invierten 5 millones de pesos en investigación, recursos que consideró bajos frente a los logros. Con ese monto y los 65 millones de pesos anuales de presupuesto –dijo– se ha podido elaborar, desarrollar y comercializar los biológicos y químicos farmacéuticos para combatir enfermedades del ganado y de las aves con los más estrictos controles nacionales e internacionales.

Actualmente el Pronabive tiene 50 productos en el mercado y el próximo año entregará a los laboratorios con los que mantiene alianzas una nueva cepa del virus H5N2 de la influenza aviar de baja patogenicidad. Con esa semilla de trabajo, que se vende en 3 mil pesos a los laboratorios, se podrán elaborar hasta dos millones de dosis de la vacuna, la cual pasó en septiembre 95 por ciento de las pruebas.

Pronabive es líder en la elaboración de la tuberculina, la cual representa 60 por ciento de los ingresos del organismo y sirve para diagnosticar la tuberculosis del ganado. El producto ha sido tan exitoso que se exporta a Chile, Colombia, Ecuador y Cuba.

En 2007 –abundó–, conjuntamente con el elaborado por Estados Unidos, Nueva Zelanda y Canadá se probó en 199 bovinos infectados de tuberculosis y después en 50 no infectados; el resultado fue favorable para el producto mexicano, pues se comprobó su mayor potencia y mejores resultados en mayor porcentaje del ganado enfermo. El resumen de los resultados se presentó este año en San Diego, California.

Los directores técnico y de comercialización del Pronabive, Luis Bojórquez Narváez y Miguel Ángel Castillo Mangas, respectivamente, comentaron que el organismo –uno de los pocos que no reciben subsidios y que, además, por una norma de la Secretaría de Hacienda no puede reinvertir los recursos que obtiene– cuenta con el material y recursos humanos suficientes para hacer frente a cualquier situación de emergencia sanitaria que se presente. En sus instalaciones cuenta con las cepas para elaborar vacunas contra la fiebre porcina clásica –de la cual se declaró libre al país– y para combatir la encefalitis equina venezolana. Ante cualquier emergencia, en 15 días podemos tener las dosis suficientes, pues ya se tiene experiencia en los resultados, y en el caso de la tuberculina se tiene la producción suficiente para cubrir una exigencia urgente; anualmente se producen de ocho a 10 millones de dosis, aunque se tiene la capacidad para duplicar la oferta.

Con el esfuerzo de los 94 trabajadores –precisaron– se ha logrado sacar el máximo provecho a la maquinaria, la cual tiene más de 30 años, e incluso ha obtenido el certificado de industria limpia y la ISO 14001, debido a su sistema de administración ambiental.