El Campeonato Norteamericano y del Caribe se realizará en Ciudad Universitaria
Será la oportunidad de acercar a la posible afición a este deporte de origen británico: Carner
Jueves 29 de octubre de 2009, p. a15
Aunque en México existen más de 60 núcleos de practicantes de rugby, es casi nula la afición hacia la disciplina que retornará a los Juegos Olímpicos en Londres 2012 y que se insertará en el programa de educación pública.
Por lo anterior, el Campeonato Norteamericano y del Caribe, a realizarse los días 14 y 15 de noviembre en Ciudad Universitaria, será la oportunidad de observar por primera vez en esta capital y en el país un torneo de alto nivel.
La justa, que tendrá lugar en el estadio de prácticas Roberto Tapatío Méndez, servirá como selectivo para los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Mayagüez 2010 y los Juegos de la Mancomunidad Británica, también el año próximo.
Guyana, campeón en las recientes tres ediciones, será el rival más peligroso, además de Jamaica y Trinidad y Tobago, que presentan equipos equilibrados de gran talla, buena técnica y velocidad.
En consideración de Juan Pablo Andrade, capitán de la selección nacional, el resto de los participantes de la región, 13 equipos en el torneo varonil y cinco en el femenil, están a la altura promedio de México.
Sin embargo, las perspectivas del equipo tricolor apuntan a incrementar el nivel. Este año esperamos mejorar mucho
, comentó Andrade durante una visita a La Jornada, acompañado de Miguel Carner, presidente de la Federación Mexicana de Rugby.
Deporte, estudio y trabajo
La selección nacional de esta disciplina, a diferencia de otros deportes de alto rendimiento, entrena formalmente como equipo sólo tres veces a la semana, por las noches en el Centro Deportivo Olímpico Mexicano, pues la integran jugadores que reparten su tiempo con estudios y el trabajo.
La mayoría dedican, por separado, parte de las mañanas a sesiones de preparación física y de velocidad bajo la dirección de Raúl Barreda.
Al margen de posicionar al equipo tricolor en el concierto mundial de la mano del técnico neozelandés Dion Rameka, los dirigentes se ocupan de la promoción y las bases entre la niñez en México, del deporte surgido en Inglaterra en el siglo XIX, extendido al mundo como parte de la colonización, que hoy juega papeles de importancia en el terreno profesional en Europa y Sudamérica.
En tanto, los dominantes en los mundiales –que se disputan cada cuatro años desde 1987– son del hemisferio Sur: Nueva Zelanda, Australia y Sudáfrica.
El rugby en México
Si bien no existen grandes antecedentes del rugby como deporte organizado en México, su práctica se inició en la década de los 30, con un par de equipos integrados por extranjeros empleados de compañías petroleras. El recuerdo de sus practicantes son algunos trofeos que guarda el Reforma Athletic Club.
Fue en 1972 que el migrante Walter Irvine promovió varios torneos de categoría mayor y juvenil, al tiempo que creó la Unión Mexicana de Rugby AC, que en los años siguientes, secundado por Andrés Irvine (hijo) y otros titulares que se turnaron las riendas del organismo, logró cierta estructura del deporte.
Sin embargo, la práctica decayó de mano de las crisis económicas y estuvo a punto de desaparecer en 1999, aunque la administración actual recuperó a los escasos jugadores que quedaban, realizó una labor de promoción en clubes y en escuelas, e integró al rugby al deporte federado. La federación mexicana está constituida fundamentalmente por clubes.
En la actualidad, la FMRU cuenta con mil 200 afiliados. La mayoría, 50 por ciento, pertenecen a la categoría mayor, 27 son juveniles y la minoría son niños, por lo que el objetivo es trabajar a marchas aceleradas
y destinar los máximos recursos posibles a las bases.
La mayor actividad de rugby, tanto en escuelas como en clubes independientes, se registra en Quintana Roo, Veracruz, Colima, Puebla, Distrito Federal, estado de México, Guanajuato, Jalisco, Baja California Norte, San Luis Potosí y Nuevo León.
La práctica
Miguel Carner afirma que el rugby se sumará a los planes de masificación del deporte, y a partir de que se convierta en deporte de exhibición en la próxima Olimpiada Nacional, y en 2010 ingrese al programa de educación física, según anunció la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte, para 2012 tendrá más jugadores que Uruguay, uno de los latinoamericanos con más practicantes.
En los recientes campamentos de verano en las delegaciones hubo más de 2 mil niños haciendo rugby a diario. Son las acciones que México debe aprovechar para masificar su deporte y al final tendrá de dónde sacar deportistas de nivel elite
, señaló.
La práctica del rugby requiere una cancha de 100x70 metros. Los equipos se conforman de 22 jugadores para la modalidad de rugby 15 (en la cancha), y de 12 para el formato de siete, el cual se jugará en la justa olímpica.
El rugby, de cuyos fundamentos surgió más tarde el futbol americano en Estados Unidos, tiene como objetivo llevar el ovoide al final del campo para marcar tantos, mediante patadas al avanzar, aunque también puede ser relevado con las manos, pero sólo en movimientos de costado o hacia atrás.
Los juegos son de 80 minutos, en dos tiempos de 40, para el formato de 15 por bando, y de 14 minutos en mitades de siete, para el juego de sietes, excepto las finales, que se definen en dos mitades de 10 minutos.
Los equipos se dividen en dos grupos: forwards (delanteros) y backs (zagueros). Los primeros son generalmente más corpulentos, avanzan, pero también abastecen de pases a los segundos, que se distinguen por la velocidad, y ambos por sus habilidades.
Pese a ser un deporte de contacto, se fundamenta en el juego limpio y el trabajo en equipo. el futbol es un juego de caballeros jugado por villanos y el rugby es un juego de villanos jugado por caballeros
, define un antiguo dicho británico desde que se discrepaba en torno a ambos deportes.
La selección nacional disputará este fin de semana un encuentro con su similar de Estados Unidos, y el torneo en CU, primer paso de Centroamérica en el ciclo olímpico, será el primer gran acercamiento a la posible afición mexicana que pretenden los practicantes del rugby.