A tres años del inicio de la actual gestión no hay avances ni grandes transformaciones en el sistema educativo nacional. Por el contrario, prevalecen  viejos intereses políticos que obstaculizan una reforma profunda que responda a las necesidades de mejoramiento de la calidad académica, la equidad y la capacitación docente, afirmaron expertos en la materia.

Al abordar los retos que enfrenta la educación pública en el país, indicaron que la actual administración transita por caminos ya conocidos y no se aprecia mayor efectividad en la aplicación de programas prioritarios.

En la mesa La educación como prioridad de cambio a la mitad del sexenio. ¿Hacia dónde nos llevan las políticas educativas?, subrayaron que el diseño de las políticas públicas sexenales parte de una base teórica débil con un plan sectorial de educación pobre, mediocre y confuso.

Al concluir el foro La política educativa en México. Un balance de medio término, que reunió a más de 200 especialistas e investigadores de las principales universidades del país, Alberto Arnaut, catedrático de El Colegio de México, señaló que uno de los grandes temas ausentes en el plan sectorial es la reforma a la gestión del sistema educativo, en el cual se había ido avanzando por décadas para descentralizar estos procesos y trasladarlos a los estados.

Sin embargo, indicó, hoy tenemos un presidente, Felipe Calderón, que “desperdició unos 30 años de esfuerzo del Estado para recuperar la gestión administrativa del sistema educativo y nuevamente lo entrega a Elba Esther Gordillo Morales –dirigente nacional del SNTE–, como parte de un pacto político-electoral”.

Rodolfo Ramírez, experto en el sistema educativo nacional, afirmó que prevalece un profundo desconocimiento de la realidad pedagógica que se vive en el aula y de las prácticas docentes.

Germán Álvarez, intregrante del Centro de Investigaciones y de Estudios Avanzados del IPN, destacó que en educación superior no se aprecia que exista una verdadera política de Estado. No hay un análisis de la realidad de las universidades, pero tampoco una evaluación clara de qué se ha logrado después de más de 20 años de reformas, y conocer si realmente formamos mejor a nuestros alumnos, si hacemos investigación de más alta calidad y si en verdad estamos consolidando vínculos con la sociedad.

Al respecto, Pedro Flores Crespo, catedrático de la Universidad Iberoamericana, alertó que en la actual administración existe clara ignorancia y desdén por el conocimiento acumulado en el campo de la investigación educativa y por la experiencia en la aplicación de diversas reformas en distintos niveles educativos. Aprendizaje que fue ignorado.

Los especialistas, quienes se pronunciaron por mantener un análisis profundo de las acciones del gobierno federal en materia de educación, reconocieron que en un primer balance del sexenio los resultados no son positivo ni alentadores, pero estamos convencidos que sólo con una visión más incluyente y plural se podrá abordar la enorme complejidad que entraña el sistema educativo nacional.