Es el primer presidente que enfrenta al narco: director editorial
Sábado 31 de octubre de 2009, p. 7
Miami, 30 de octubre. En una cena de gala a la que acudió acompañado por tres secretarios de Estado, la jefa de la Oficina de la Presidencia, el embajador de México en Estados Unidos, su esposa y miembros del staff de Los Pinos, el presidente Felipe Calderón recibió el premio Líder del Año que le otorgó una revista estadunidense.
Al recibir el galardón que otorga Latin Trade, en la que suele anunciarse el gobierno mexicano, Calderón señaló que voces importantes de su administración le recomendaron discreción, pero como le pareció irresponsable, decidió compartir la información.
La visita del mandatario a Miami fue exclusivamente para asistir a la ceremonia de entrega de los llamados premios Bravo.
Jane Bussey, director editorial de la revista, argumentó que se otorgó el premio a Calderón porque es el primer presidente que lanzó una tremenda batalla
contra el narcotráfico e impulsó innovaciones como las reformas energética y tributaria.
Al describir la trayectoria del jefe del Ejecutivo mexicano, señaló que era último en las elecciones de 2006 pero pudo ganar; desde niño manifestó a sus compañeros de escuela sus planes de ser presidente de México y sus consejeros lo describen como alguien que logra lo que se propone.
Calderón compartió la distinción con otros nueve líderes, muchos de ellos ejecutivos de empresas, como el presidente de Bimbo, Daniel Servitje.
En su discurso, cuando afirmó que México está más fuerte que nunca
, los funcionarios mexicanos –que ocupaban dos mesas– Ernesto Cordero, Arturo Sarukhán, Maximiliano Cortázar y Aitza Aguilar, entre otros, se pusieron de pie para aplaudir, a lo que se sumó el resto de comensales.
Manifestó que no importa que sus ojos no lo vean, pero un día México será seguro, porque la libertad no es algo que se pueda sacrificar por la cobardía de los gobernantes.
Al justificar su estrategia contra la delincuencia, señaló que ni el tiempo, ni ese dinero, ni esas vidas humanas perdidas, con todo el dolor que nos han causado, pueden ser comparables con un país de 105 millones en su territorio y quizá otros 15 fuera, que estuviera de rodillas y con las manos atadas ante los criminales.
Acerca de la epidemia de influenza, dijo que ordenó al secretario de Salud que informara cada cuatro horas de la evolución de la enfermedad en conferencia de prensa. Aunque fue duro para México y se ahuyentó el turismo esos días, aseguró, México ganó credibilidad.