Había una vez una cuentacuentos que amaba tanto su oficio que todo el dinero que ganaba en sus muchas chambas relacionadas con la narración oral lo volvía a invertir en hacer libros, para compartir con todo mundo sus historias llenas de poesía.

Un día le llegó una gran oportunidad que ni en sueños hubiera imaginado: 500 mil personas diarias podrían encontrarse con sus cuentos durante un mes.

¡Wow!, exclamó al enterarse, será como lanzarles un bumerán cargado de ideas salidas del corazón a miles de desconocidos. ¿Por qué un bumerán? Porque todo eso siempre, de alguna manera, se me regresa.

Ella es Margarita Castillo, locutora, actriz, poeta, una de las voces institucionales de Radio UNAM, quien a partir de este martes exhibe en las vitrinas de la estación Pino Suárez del Metro sus Libros de a metro: trece historias que funcionan muy bien donde quiera que las he contado, con lágrima y todo, explica en entrevista con La Jornada.

En gran formato también, los textos están acompañados por ilustraciones realizadas por los diseñadores Héctor Castilla y Gerardo J. Levy, las fotografías de Lorena Alcaraz y Verónica Espinosa, así como las pinturas de Eduardo Robledo.

Mi voz es mañosa, pero mi pluma, te juro, esa sí sirve, continúa Castillo con el buen humor siempre a flor de piel.

“Nada más de pensar que durante 31 días puedo tener más de 15 millones de posibles miradas para mis cosas, ¡uff!, y es que lo mío es de todos. Cada historia está inspirada en alguna persona que existe, en mi mecánico, en un albañil, es hacer la democracia como uno puede. Por eso la muestra está dedicada a todos los usuarios del Metro.

“En radio me precio de trabajar con amor para desconocidos, aquí estaré muy feliz de trabajar para miles. La vida me dará la oportunidad, lo sé, de que algún día ellos me digan: yo leí su cuento y me hizo sentir tal o cual cosa. Ese bumerán se me ha regresado varias veces.

“Realizar este proyecto para los usuarios del Metro tiene para mí enorme sentido, yo tendría qué decirles: ¿cuánto por leerme? Se trata de convencerlos de que pueden ser cómplices de un sueño: el que pueda existir la poesía, la literatura, sin un editor.

Pues resulta que si uno va a una editorial todo mundo quiere ganar dinero con uno. Por eso yo no vendo mi poesía ni mis cuentos, yo los coloco donde sirven, porque los hago para algo, para alguien, para solucionar algún problema en concreto, pero de tal manera que nos abarque a todos.

Familia, De cómo aprender a sumar, multiplicar y dividir, La historia de Juan Manuel o de cómo salvar a la manzana son algunos de los títulos de los cuentos que se podrán apreciar en la estación Pino Suárez, en el área de exposiciones cercana a la pirámide, impresos cada uno en una sola página de más de un metro de alto.

Quienes me han leído saben que todos mis textos tienen mucho de mí, de mi punto de vista. Trato de atacar una necesidad específica, pero de tal manera que le sirva a todo mundo, por ejemplo, tengo uno acerca de recibir ayuda, pues al grueso de nosotros le es más fácil dar que recibir, porque el orgullo se pone enmedio, continúa Castillo.

“Es un cuento que se llama Unión –explica–, es una metáfora poética acerca de un árbol que se está muriendo y una enredadera enamorada de él y que además hacen una buena pareja. Al árbol le preocupa que se le vea muy pelona una rama, entonces va la enredadera y lo cubre de hojas. Así se la pasan hasta que el árbol muere.

Entonces la enredadera, que no tiene cuerpo para ser árbol, al haber, por amor, ayudado a cubrir los faltantes de su pareja, termina siendo un árbol-enredadera. Esa es la idea, que uno crece cuando ayuda.

Venganza en el Metro

En el Metro estará también la historia La caperuza no era roja, el único de los trabajos de Castillo que es a color y que por falta de dinero nunca ha podido imprimir: “Siempre me robo a mí misma para publicar mis cuentos, pero editar a color con sólo la fuerza de una, es muy complicado. Por eso, ahí en el Metro me desquitaré, será mi venganza contra la vida, primero estará en formato gigante a color y cuando junte dinero pues ya lo imprimiré como siempre.

“Es un cuento sensacional que narra la historia previa a cuando las personas creen que empiezan las cosas. A los niños les sirve para que se diviertan, pero también para que jueguen a pensar qué hay antes y después de las cosas, o a cambiar los cuentos que les gusten.

Ahí estarán mis 13 libros intangibles, que espero se los lleve el público en la mente y el corazón. En ese sentido, es un tiraje que me llena de alegría, porque, ¿cuánto me costaría publicar 500 mil ejemplares diarios?, concluye la escritora.

Libros de a metro en el Metro (exposición dedicada a los usuarios de ese transporte colectivo), muestra de Margarita Castillo, se inaugura este martes a las 12:30 horas en la estación del Metro Pino Suárez. Permanecerá durante todo noviembre en ese espacio.