Sociedad y Justicia
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Anuncia Fundación Rosa Luxemburgo foro sobre el fenómeno

Una de cada siete personas en el mundo es migrante, según el PNUD
 
Periódico La Jornada
Viernes 13 de noviembre de 2009, p. 43

La migración es un fenómeno cada vez más común en el planeta. Datos del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) revelan que una de cada siete personas en el mundo se encuentra en esa condición, esto es, actualmente existen mil millones de migrantes.

En conferencia, la fundación alemana Rosa Luxemburgo advirtió que, pese a ello, la migración es cada vez más peligrosa por las políticas de criminalización. Informó que entre 1994 y 2008 en la frontera entre México y Estados Unidos han muerto más de 5 mil personas, mientras que en el mar Mediterráneo se han ahogado 10 mil migrantes.

De acuerdo con esta fundación y otras organizaciones, el número real de víctimas de las políticas fronterizas será mucho más alto. Estas muertes pueden atribuirse a la militarización de las fronteras, las leyes de asilo, las medidas de detención, las expulsiones y las sanciones contra empresas de transporte, señalaron.

Anunciaron que para discutir la actual situación que enfrenta el sector en todo el planeta, este viernes y sábado se realizará el foro El poder del movimiento, migración, ciudadanía y derechos, donde especialistas en el tema de México y otros países abordarán las graves problemáticas que enfrentan los migrantes.

Odilia Romero, del Frente Indígena de Organizaciones Binacionales (FIOB) con sede en California, Estados Unidos, y oriunda de Oaxaca, aseveró que los migrantes cada vez tenemos menos derechos. Agregó que la situación de este sector es tan grave que inclusive hay que luchar por no perder derechos, en vez de concentrarse en recuperar otros que por su misma situación migrante habían dejado de tener.

Uno de los efectos de la migración es que las personas dejan atrás sus derechos humanos porque, “hay fronteras que crean diferencias entre ‘nacionales’ y migrantes, entre ciudadanos y no ciudadanos, entre personas nacidas en el norte o en el sur; trazos que brutalmente excluyen, discriminan y regulan la entrada de los y las pobres del mundo a los países más ricos. Ante esta situación, vemos la necesidad de derrumbar esos muros, como se hiciera hace 20 años con el de Berlín”, dijo Angela Isphording, directora de la oficina en México de la Fundación Rosa Luxemburgo.