Hay 15 millones de ciudadanos que votarían por nosotros si hoy fuesen las elecciones
la mafiaen 2012
Señala que ese grupo apoya las aspiraciones de Peña Nieto, quien representa el continuismo
Al final se entenderá que la oligarquía es el verdadero peligro para México, vaticina
Domingo 22 de noviembre de 2009, p. 3
Si logramos sobrevivir este segundo tramo, si estamos bien posicionados y es útil para la transformación del país, puedo ir como candidato a la Presidencia en 2012. No deja de ser atractivo enfrentar a los poderosos. Sería volverle a ganar a la mafia del poder
, afirmó Andrés Manuel López Obrador.
Admite que una nueva candidatura sería para él un buen desafío, porque se podría iniciar la transformación que necesita México
al confrontar nuevamente dos visiones de país.
Es claro que el candidato de la mafia del poder es Enrique Peña Nieto. Entonces, cada vez se define la existencia de dos proyectos, dos ideas de país. Peña Nieto y lo que representa es más de lo mismo. Nosotros consideramos que si no hay un cambio, las cosas no van a mejorar. Nosotros vamos a fondo con la transformación de México.
Estrategia correcta
–¿Qué reflexión hace a tres años de 2006?
–Hay dos elementos. Lo primero es que ha sido correcta la estrategia que seguimos después del fraude, porque se creó el movimiento que, quiérase o no, es la única alternativa que puede llevarnos a una verdadera transformación del país, poniendo por delante el interés del pueblo y de la nación.
“Si nosotros no le hubiésemos dado continuidad a la lucha por el cambio, ahora no existiría siquiera la posibilidad de pensar en revertir la actual decadencia.
“El segundo elemento es que, en términos políticos, fue acertado el mantener una postura sin titubeos, abiertamente a favor de los pobres y en contra de la mafia del poder.
Si nosotros no nos hubiésemos anclado en una postura de denuncia contra la mafia del poder, contra la oligarquía y los medios de comunicación que están a su servicio, nos hubiésemos desdibujado políticamente y no tendríamos el respaldo que tenemos actualmente.
–Hay quienes califican su postura de radical o intransigente.
–Después del fraude la mafia quería destruirnos por completo. No era nada más robarnos la Presidencia, sino que no existiera nada. Quería borrarnos. Con la postura firme que hemos sostenido, resistimos. Eso que llaman radicalismo o intransigencia no es más que estrategia política para poder enfrentar a la mafia del poder. Somos los únicos que, precisamente por eso, podemos enfrentarlos y derrotarlos en el terreno político, en buena lid y de manera pacífica.
–¿Cuál es el saldo del enfrentamiento permanente con esa mafia?
–Que no nos equivocamos en la estrategia. Desde el principio, sabiendo lo que venía, pensé que si en tres años no nos borraban políticamente, íbamos a poder representar la opción para el cambio en el país.
“Hoy te puedo decir, porque lo acabamos de medir, que hay 15 millones de ciudadanos que votarían por nosotros si hoy fuesen las elecciones. Es una cantidad igual o inclusive un poco mayor a los votos que nos reconocieron en 2006.
“¿Esto que significa? Que en estos tres años, a pesar del acoso, de una terrible campaña de desprestigio, a pesar de la guerra sucia, mucha gente sigue confiando en nosotros. Tener esos números, después de que no creo que haya habido un dirigente más atacado en las últimas décadas, pues es motivo de satisfacción.”
–¿Qué ha cambiado desde 2006?
–La mentalidad de un sector amplio del pueblo de México. Estos 15 millones de mujeres y hombres son una vanguardia. Son personas conscientes, que saben leer los periódicos, escuchar la radio y ver la televisión. Nunca en la historia del país, ni en la Independencia, ni en la Reforma, ni en la Revolución, había habido tanta gente consciente y dispuesta a luchar por una transformación como ahora. Ésa es la clave. Eso es lo que ha permitido que resistamos.
Ha sido correcta la estrategia. Hemos actuado de manera congruente, pero el sustento principal es el nivel de conciencia alcanzado en millones de mexicanos.
–¿Hubo suficiente conciencia en 2006?
–La hubo. Hoy es más firme en un sector, es más aceptada la idea de que si no hay un cambio, las cosas no van a mejorar. Es una conclusión de millones de mexicanos en el sentido de que ya esto se pudrió y que la única forma de sacar adelante el país es la renovación de la vida pública.
–El gobierno ha desoído advertencias suyas. Una de ellas fue la profundidad de la crisis económica, que el secretario de Hacienda, Agustín Carstens, dijo que no sería más que un resfriado.
–No nos hemos equivocado en nuestros pronósticos. Conocemos bien la realidad. Por eso, entre otras cosas, es importante andar a ras de tierra, hablar con la gente y conocer la forma de operar de la oligarquía.
“No debemos creerles que actúan de manera profesional, sino pensar, para no fallar, que siempre buscan el provecho individual, el lucro. Que en sentido estricto es una pandilla de delincuentes y que todo lo demás, el discurso, es un parapeto.
“Inclusive ahora se han venido descarando más. Con el reparto del presupuesto se vio con mucha claridad que no tuvieron ningún recato en aumentar los impuestos y repartirse lo que van a obtener por eso como si fuera un botín. A nosotros nos ayuda mucho conocer la realidad y el modus operandi de la mafia que gobierna al país. Por eso no hemos errado en nuestros pronósticos. Además tenemos muy buenos asesores.”
–¿En qué otro caso acertó?
–Yo podría hacer referencia a una sola propuesta de las muchas que hicimos. Tenía pensado construir tres refinerías y terminarlas a mediados del sexenio con el propósito de dejar de comprar la gasolina en el extranjero, que es un gran negocio para unos pocos. Había recursos. No olvidemos que antes de 2006, e incluso en el primero y hasta el segundo año de (Felipe) Calderón, hubo excedentes por la venta del petróleo. Se desaprovechó una oportunidad que desgraciadamente no va a repetirse.
“Que nos hayan robado la Presidencia significó un gran retroceso para el desarrollo del país. Sin duda, hoy no estaríamos así a pesar de la crisis externa. Desde luego, eso no le importó a la oligarquía, porque sabían que en mí no iban a tener un empleado en la Presidencia. Ellos no están dispuestos a perder sus privilegios. Por eso acuñaron la frase de que yo era un peligro para México.
Al final, y ésta es otra predicción, se va a ir entendiendo que el peligro para México son ellos.
–¿Por qué concentran tanto poder?
–Porque compraron las franquicias del PRI y el PAN. Son dueños de los medios de comunicación y tienen a un pelele en Los Pinos. Puede ser que en otros países con tener nociones de economía baste, pero para ser presidente de este país, en las circunstancias actuales, se necesita ser un dirigente, un líder. Eso no lo tiene Calderón.
“Por eso se va a cumplir lo que dije: que va a terminar el sexenio y no van a pegar un ladrillo de la nueva refinería para asegurarle el negocio a la oligarquía. Ojalá me equivoque, porque es algo muy grave. A corto plazo, lo que obtengamos por la exportación de crudo se dedicará por completo a la compra de gasolina.
No tienen interés de resolver nada. Es criminal, por ejemplo, dejar sin posibilidad de estudio a los jóvenes, no sólo porque se niega el derecho constitucional, sino porque no hay otra forma de enfrentar el problema de la inseguridad y la violencia sino procurar que los jóvenes tengan empleo y estudio.
–Con los ataques a los que se refiere y esa oposición de la oligarquía
de la que habla, ¿hay posibilidades de cambio?
–Hasta ahora, sí. Creo que se pasó la prueba. Teniendo a todos los medios de comunicación en contra, salvo honrosas excepciones, no nos han destruido. Me llama la atención que hay columnistas, comentaristas al servicio de la mafia del poder que han decretado nuestra derrota, pero todos los días hablan de nosotros. Eso es buen signo. Ésa es una buena señal.
–¿Y cómo piensan ganar?
–Con la organización del pueblo. Con la organización que ha creado el Movimiento.
Con motivo del tercer aniversario de la constitución del gobierno legítimo
de México, hoy se realizará una asamblea informativa nacional en el Zócalo, a las 10 de la mañana, que encabezará López Obrador.