Teherán, 22 de noviembre. Las fuerzas armadas de Irán iniciaron hoy cinco días de ejercicios militares de gran escala para exhibir la capacidad de disuasión del país frente a la presión de Occidente por su cuestionado programa nuclear.

Las prácticas tendrán lugar en el centro, el oeste y el sur de la nación asiática. Tratarán sobre todo de comprobar las capacidades de las fuerzas aéreas y de las medidas de defensa en caso de llegaran a producirse ataques contra las instalaciones nucleares del país.

El despliegue militar ocurre mientras aumentan las tensiones entre Irán, Gran Bretaña, China, Francia, Rusia y Estados Unidos y Alemania, que temen que el programa nuclear iraní apunte a la producción de armamento; la república islámica ha rechazado estas acusaciones y sostiene que su proyecto es pacífico.

El representante iraní ante la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), Ali Asghar Soltanieh, declaró que su país quiere que las grandes potencias le den garantías sobre el suministro de combustible para su reactor de investigación.

El miércoles, Irán rechazó una propuesta mandar al extranjero su uranio de bajo enriquecimiento como parte de un proyecto de acuerdo preparado por la AIEA hace un mes, y pidió una nueva reunión en Viena con los países implicados en esta propuesta: Estados Unidos, Rusia y Francia.

Por otro lado, el ex vicepresidente reformista iraní, Ali Abtahi, fue condenado a seis años de prisión por su participación en las manifestaciones tras la relección de Mahmud Ahmadinejad en junio pasado, pero fue liberado tras pagar una fianza de 700 mil dólares, según el portal de Internet Ayandenews.com.

A todo esto, unas mil personas se concentraron la mañana de este domingo frente a la turística playa de Ipanema, en Río de Janeiro, para protestar contra la visita que este lunes realizará a Brasil Ahmadinejad, en la que pretende estrechar las relaciones políticas, económicas y comerciales con el gigante sudamericano, antes de viajar a Bolivia y Venezuela.