Manuel Muñoz, Cutberto Navarro, Moisés Castro y Enrique Espíritu Salas –cuyas edades van de 22 a 34 años– aparecieron maniatados dentro de bolsas negras en uno de los acantilados de la avenida Pie de la Cuesta de Acapulco, junto a un mensaje del llamado Jefe de jefes que los tilda de secuestradores y asaltantes; pero no estaban muertos y los rescataron elementos del Operativo Conjunto Guerrero.

Los cuatro son residentes porteños, y se hallaban muy lastimados cuando el personal de seguridad los encontró hacia las 17 horas de ayer, según reportaron autoridades ministeriales. Horas antes, en el barrio acapulqueño de Petaquillas, fueron despojados de sus armas de cargo y ultimados a balazos los policías estatales Benjamín Vázquez y Feliciano Solano.

En total son seis los asesinatos confirmados ayer por fuentes oficiales de Guerrero, e incluyen a Joel Marín Hernández, de 29 años, y Marisol Ortega Zavala, de 20, cuyos cadáveres aparecieron baleados el sábado hacia las 23 horas en el crucero de Agua Zarca, municipio de Juchitán, dentro un Volkswagen sedán donde los acompañaba, ileso, su hijo Raúl Jesús, de dos años.

En los municipios sinaloenses de Culiacán, Ahome y Mazatlán hubo 12 homicidios. Cinco de ellos corresponden a un solo incidente y las víctimas –aún desconocidas– fueron encontradas por policías ministeriales en la parte trasera de una camioneta Tornado modelo 2009 sin placas, estacionada cerca de la zona conocida como Piggy Back, al sur de la capital estatal.

En el área de estacionamientos del Polideportivo de la Universidad Autónoma de Sinaloa campus Culiacán, junto a las canchas de futbol, dos jóvenes no identificados también fueron ultimados a balazos; y en Los Mochis, municipio de Ahome, aparecieron los cadáveres baleados de otro joven desconocido y de Cristian Peinado Rubio –de 24 años e hijo del conocido abogado Jesús Peinado Osuna– junto a un mensaje que rezaba: Falta el que corrió.

Suman al menos 34 las ejecuciones reportadas este domingo en diversas entidades e incluyen las de dos hombres cometidas en Tijuana, Baja California. En esa ciudad el secretario de seguridad pública municipal, teniente coronel Julián Leyzaola Pérez, pidió ayer la pena de muerte para los asesinos de policías, pues tal castigo no es inconstitucional, y encarcelarlos, además de costoso, no les imposibilita delinquir.

Tres más de los asesinatos fueron cometidos en Jalisco y los restantes 11 tuvieron lugar en Ciudad Juárez, Chihuahua, dos de cuyas víctimas son mujeres (las números 127 y 128 del presente año) y sus cadáveres aparecieron desnudos en la colonia Parajes del Sur: una tirada en la vía pública y otra dentro de una camioneta.

En la misma localidad fronteriza, el alcalde, José Reyes Ferriz, consideró histórico el plan social de nuevo enfoque contra la violencia que anunció el viernes por la tarde –sin entrar en detalles– el secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont.

Según el funcionario, el programa fortalecerá el proyecto que ya implementan el ayuntamiento local y la sociedad civil, consistente en rescatar e inhibir el involucramiento de los jóvenes en pandillas y su cooptación por el crimen organizado.