Días después de que integrantes del Frente Nacional de Renovación del sindicato minero informaron que buscarán deponerlo, el líder minero Napoleón Gómez Urrutía, manifestó que los traidores son la escoria del sindicalismo, pues han decidido bajarse los pantalones y prestarse a que los utilicen (...) se han prostituido por unas cuantas migajas.

Les advirtió que antes de querer tomar el control del sindicato para destruirlo y ceder cláusulas del contrato colectivo de trabajo vayan a vender a su madre o su abuela y les dejó en claro que finalmente serán desechados por quienes los cooptaron.

En videoconferencia desde Vancouver, Canadá, durante la clausura de la tercera asamblea nacional de secretarios generales de trabajo y presidentes de consejos de vigilancia de las secciones locales, el dirigente llamó a defender a muerte al sindicato y a endurecer las medidas de resistencia contra esos cobardes de los que no nos vamos a dejar.

Carlos Pavón, quien encabeza el frente opositor a Gómez Urrutia y quien fungió como encargado de asuntos políticos del gremio hasta hace algunos meses, nunca fue mencionado directamente por Gómez Urrutia, pero sí recordado en numerosas consignas en su contra, gritadas por los asistentes a la asamblea, en la cual se acordó brindar al líder todo el apoyo y respaldo por su gestión al frente del sindicato y su esforzada lucha por el bienestar de los trabajadores agremiados y sus familias.

Gómez Urrutia también criticó al gobierno y a los empresarios mineros. Estamos lamentablemente rodeados y dirigidos por un régimen de corrupción y una mafia de políticos corruptos serviles a empresarios de mentes irresponsables, criminales y asesinos. Aseguró que el gremio no va permitir más abusos de funcionarios como los secretarios del Trabajo y Gobernación (Javier Lozano Alarcón y Fernando Gómez Mont) que siguen cobrando en el gobierno, pero también están al servicio de estos empresarios a través de sus despachos privados.

Señaló que México necesita un sindicalismo más fuerte, unido y más organizado, ante la existencia de un gobierno que se ha dedicado a agredir y a ofender a los trabajadores y ha querido destruir a los auténticos dirigentes sindicales de las organizaciones democráticas.

Los traidores del sindicalismo, sostuvo, sólo han conseguido quitar cláusulas de los contratos laborales y han vendido sistemas de bonificación, pero no han logrado beneficios para los sindicalizados. Insistió en que son una vergüenza, un asco y no merecen el menor respeto ni consideración.

Apuntó que entre gobierno y empresarios mineros existe una especie de mafia, una hermandad que les ha declarado la guerra. Recordó que éstas no las ganan los cobardes, los traidores o los tibios, por lo cual llamó a los afiliados a no rendirse. Este es el momento de la reafirmación de nuestra lucha, aseguró.