Viernes 27 de noviembre de 2009, p. 28
Un auto compacto adquirido a crédito para uso familiar hace dos años está ahora disponible como taxi. El conductor de la unidad, un ingeniero de 36 años, fue recontratado sin prestaciones sociales y con un menor salario en una compañía dedicada al reciclaje de fierro, mientras su esposa perdió su empleo en una compañía de cosméticos a mitad de este año. Al no contar con un salario como parte de los ingresos familiares, el ingeniero –que prefirió guardar su identidad– se dedica los fines de semana a ruletear para cumplir con las mensualidades del crédito automotriz. De acuerdo con datos de la empresa Buró de Crédito, la cartera vencida en créditos hipotecarios, automotrices y en tarjetas creció 78 por ciento en el último año y medio. Entre enero y octubre de este año, la cifra de mexicanos y mexicanas en el desempleo llegó a 2.7 millones de personas, unos 857 mil más que en similar periodo de 2008, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía. El vehículo en cuestión, un Volkswagen modelo Polo, llamó la atención por su color gris, distinto a los taxis blancos que circulan en los municipios de Tecámac y Ecatepec, al norte de la ciudad de México.