Con una gran fiesta sonera en el Salón La Maraka, de la ciudad de México, Los Pregoneros del Recuerdo presentarán mañana por la noche su más reciente trabajo discográfico, Veracruzanos y soneros (Pentagrama), álbum de 11 piezas musicales para cantar, bailar y enamorar, como dice Arturo Pitalúa, director de la agrupación.

Es un trabajo que oscila entre son, danzón, bolero, guaracha y danzón. En él se recuerda y se rinde homenaje a grandes compositores de la cantera veracruzana como Lorenzo Barcelata, Emilio Cantarel, Agustín Lara, Roque Carbajo y Memo Salamanca.

Temas del recuerdo como María Elena, de Barcelata, El Negrito Zandunguero, de Cantarel, La Cumbancha, de Lara, o Mademoiselle de París, de Araujo, hacen presencia en esta descarga de sonoridad que complementan las canciones Solamente amigos y Alguien vendrá, de Salamanca, que embalan bien con Tributo a mi tierra, de Carbajo, o Se formó la rumba, de Arturo Pitalúa.

Nueva sonoridad

Un material conocido que cobra nueva vida y actualidad en la interpretación de Los Pregoneros, colectivo clásico de la música bailable que nunca ha temido viajar al pasado y regresar con una buena carga de nostalgia.

Los Pregoneros del Recuerdo es una agrupación tradicional, no por los años transcurridos, 54, sino por aquello de que somos una agrupación familiar, señala Arturo Pitalúa en entrevista. La gente nos tiene como algo suyo, muy personal.

Lo dice alguien que a fuerza de mucho andar cree con devoción casi religiosa en lo que hace como forma de comunicación.

A mí me gusta toda la música bailable, principalmente la salsa, pero me inclino más por lo tradicional porque es nuestra herencia y la tenemos que mantener, señala.

Los Pregoneros del Recuerdo fue creado en 1945 por el clarinetista, compositor y arreglista Carlos Pitalúa, padre del entrevistado.

Él tenía una visión y un compromiso. Su visión era imponer una nueva sonoridad, una sonoridad puente entre el son y el bolero, y su compromiso consistía en que tuviera una identidad jarocha, por lo que ideó una estructura musical consistente en guitarra, bajo, clave, bongó, maracas, trompeta con sordina y clarinete, que se empatan armónicamente haciendo dúo en su fondo armónico y melódico, dando así un sabor muy especial a la musicalidad.

Al parecer el ideal se cumplió, porque a la fecha no hay quien se le parezca y se ha impuesto pese al ir y venir de las modas.

“Lo que son las cosas. En los tiempos que corren nosotros hemos mantenido nuestro sello, la marca que durante estos años hemos defendido; hay quien dice que nacimos ya con la nostalgia. Y yo digo que no es nostalgia, sino apego a las buenas maneras de hacer música. Ciertamente en los boleros hay nostalgia, pues no hay que olvidar que los compositores de antaño eran verdaderos poetas y hacían con la música vivencias.

“En la actualidad –vamos a decir la verdad–, no hay letra, no hay calidad. Antes era fabuloso y había mensaje, el cual cada persona lo empleaba según su forma de vida; quizá les quedaba el saco. En Veracruz aún existen músicos y compositores, pero no tenemos un nuevo Lara, un Emilio Cantarel, un Memo Salamanca... en la actualidad no se ha dado alguien de ese nivel.”

Arturo Pitalúa se detiene, reflexiona un poco y continúa: “Una característica de esta agrupación está en su cadencia rítmica y sobre ella se alza parte del entarimado armónico-melódico que es la base en la que se apoya el cantante: no basta que sea sonero; su nivel de enunciación debe girar en esa cadencia.

“Yo me considero un estudioso de las distintas formas en que se interpreta la música bailable, en especial son y danzón, y eso me ha llevado a tener una empatía con el bailador, pero también con quien gusta de escuchar temas románticos. Definir lo que hacemos solo se podría hacer en términos de valores emocionales y en eso trabajamos, en hacer sentir bonito, en que la gente sueñe con los pies y el corazón.

Mañana los veracruzanísimos Pregoneros del Recuerdo compartirán tarima con el conjunto Son 14 de Cuba, La Nueva Nostalgia de México y el grupo femenil de son jarocho Caña dulce by Caña brava. Una noche que promete emociones.

La cita es en el Salón La Maraka, Eugenia y Mitla, colonia Narvarte, a partir de las 21 horas.