Guadalajara, Jal., 27 de noviembre. La Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL) se inició hoy en su versión número 23 en la que, además de las actividades tradicionales de encuentros de este estilo, presentaciones de libros, charlas con autores y espectáculos artísticos en la explanada, se realizan varias actividades académicas y dedicadas a los profesionales del libro. Éstas últimas integran un programa en el que, entre otros temas, se analizará el futuro del libro frente a las nuevas tecnologías y los retos que representan los cambios tanto para editores como para libreros, mientras sigue pendiente la publicación del reglamento de la Ley de Fomento para la Lectura y el Libro, a un año de que el Ejecutivo firmó el decreto.

Apenas en octubre pasado se realizó un foro de editores en el que manifestaron su preocupación por la falta del reglamento, sin el cual la legislación no puede ser aplicada, y que prevé, entre otros asuntos, la forma en la que se pondrá en marcha el precio único del libro, medida considerada como el punto principal para lograr la reactivación de la industria editorial mexicana.

La publicación del reglamento es una atribución del Poder Ejecutivo mediante la Secretaría de Educación Pública (SEP), que a su vez somete la propuesta a la revisión de la Comisión Federal de Mejoras Regulatorias (Cofemer), cuya función es revisar que el reglamento no entre en conflicto con toda la normatividad y la reglamentación vigentes en el país (La Jornada, 22/10/2009).

El temor de los editores es que sea justamente el precio único lo que tenga parado el reglamento, toda vez que la SEP entregó el reglamento a la Cofemer a finales de junio pasado.

Catálogo de retos

El Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe (Cerlalc), en su estudio Percepción sobre el clima empresarial editorial y tendencias a corto plazo, el cual se dio a conocer en septiembre pasado, establece como principales problemas para el sector la crisis económica, la baja demanda, la reprografía ilegal, la piratería, los cambios en las disposiciones normativas del gobierno y las devoluciones.

Le siguen en la lista de problemas la ausencia de política nacional del libro y la lectura, los altos costos de distribución a escalas nacional e internacional, los altos precios de impresión y materias primas e insuficientes puntos de venta.

Justamente en México, el precio fijo ayudaría a aumentar la demanda y la creación de más puntos de venta, de acuerdo con quienes apoyan la medida.

Otro tema bajo la lupa es el proyecto Google Books, la digitalización de millones de libros que hace temer a algunos la creación de un monopolio y violaciones a los derechos de autor, mientras para otros es la alternativa para acercar los libros a los lectores. En Estados Unidos el tema llegó al Departamento de Justicia, lo que obligó a realizar cambios en el acuerdo de digitalización, mientras en Europa continúan las discusiones.

En este contexto, en el que también influye la crisis económica mundial, se realizará los días primero y 2 de diciembre el séptimo Foro Internacional de Editores y Profesionales del Libro con el tema La edición y la librería ante los cambios tecnológicos (se requiere inscripción previa), y se realizarán diferentes mesas de análisis.

El foro es organizado por la FIL, el Cerlalc, con la colaboración de la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana, la Feria del Libro de Frankfurt, el Grupo Interamericano de Editores y la Unión Internacional de Editores.

Pronósticos

Respecto del tema del futuro del libro, el estudio del Cerlalc citado arriba –resultado de una encuesta en el que participaron 67 empresas de 18 países, de los cuales 39 por ciento son empresas trasnacionales y el resto son locales– “cuando se preguntó a los editores cuál esperaban que fuera la principal fuente de ingresos en la industria de la publicación y venta de libros en cinco años, la mayoría contestó que vendría de la venta de libros impresos tradicionales (58.2 por ciento). Mientras 11.4 por ciento opinó que provendría de los libros impresos digitalmente por demanda y 10 por ciento de la venta de libros digitales.

En comparación, 66 por ciento de los editores en Frankfurt opinaron que los libros tradicionales dominarían el mercado en cinco años y 7 por ciento opinó que lo harían los libros digitales”.

Más resultados: Cuando se les preguntó en qué momento las ventas de contenidos en formato electrónico sobrepasarán las ventas de los analógicos, 41.9 por ciento de los encuestados contestó que sucedería en 2018, 25.8 por ciento dijo que ocurriría en 2028 y 17.7 por ciento consideró que en 2038. Sólo 6.5 por ciento optó por que no ocurriría nunca. En Frankfurt, 40 por ciento de los encuestados opinó que 2018 será la fecha indicada y 33 ciento opinó que nunca sucederá.

Nuevas tecnologías

Respecto del impulso en el proceso de digitalización “la mayoría señala a Google como responsable (32.1 por ciento). Las otras opciones de respuesta quedaron muy por detrás. Las dos siguientes respuestas, tecnólogos de la información y lectores, obtuvieron 15.6 por ciento y 11.9 por ciento, respectivamente.

En Frankfurt las respuestas fueron diferentes: 22 por ciento señaló a los consumidores, 21 por ciento a los vendedores minoristas en línea y 20 por ciento indicó a Google.

Finalmente, añade el estudio, cuando se consultó acerca de los nuevos caminos de cooperación que abre la digitalización y con qué otros sectores trabajarán más de cerca los profesionales del libro respondieron: 34 por ciento eligió a los fabricantes de aparatos móviles, 21.7 por ciento a la música y 16 por ciento al cine. En Frankfurt contestaron: 22 por ciento fabricantes de aparatos móviles y redes, 20 por ciento cine, 19 por ciento otros bienes de consumo, 18 por ciento la industria musical y 13 por ciento juegos.

Richard Uribe Schroeder, subdirector del libro y desarrollo del Cerlalc, señala en su texto de introducción al estudio que “el contenido de este documento es una muestra de los impactos que ha tenido la desaceleración del crecimiento económico motivado por la crisis global, los cuales se reflejan de manera particular en las cifras referentes al comercio exterior de 2008, especialmente en contraste con las buenas cifras de 2007.

Sin perder esto de vista, este boletín hace énfasis en la percepción que tienen los empresarios del sector editorial sobre la incorporación de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación en los procesos de producción, promoción y distribución de sus productos, así como su impresión sobre la problemática que afronta la cadena tradicional del libro, y para muestra las cifras de ventas totales durante 2008: Las ventas en moneda nacional a precios corrientes respecto de 2007 aumentaron en 63 por ciento de las empresas, permanecieron igual en 12 por ciento y disminuyeron en 25 por ciento. Si se compara este resultado con el del boletín anterior, que evaluaba el comportamiento en ventas de 2007 respecto de 2006, se nota una fuerte disminución en el dinamismo del sector. En 2007, 76.3 por ciento de las empresas reportó aumentos en sus ventas y sólo 13.2 por ciento las disminuyeron respecto de 2006.

Este es, en buena medida, el panorama de la industria editorial.