Morelia-Cruz Azul, final adelantada
Cabañas falló cuando más se le necesitaba
l futbol mexicano es tan especial, que cualquiera de los clasificados a la liguilla puede ser campeón. Y eso, más para bien que para mal, da su toque democrático al juego. Por eso el balompié desata tanta pasión en todo el mundo: en cualquier momento el pequeño le puede pegar al grande... y si no, que le pregunten al Real Madrid que cayó ante el modesto Alcorcón.
San Luis, el octavo pasajero, estuvo a unos milímetros de eliminar al superlíder Toluca. El remate de Víctor Lojero pegó en la parte interna del poste izquierdo en el último minuto del partido, lo que hubiera significado el gol de la clasificación para unos Gladiadores que tuvieron tiempo para pelearse entre ellos mismos (Chacho Coudet versus Zurdo López), y hasta para poner fríos a los propios Diablos en su mismísima Bombonera.
En ese duelo, que en apariencia era el más desigual de las finales, no hubo grandes diferencias. Y Toluca tuvo que recurrir a su mejor posición en la tabla, luego del 1-1 global.
Tampoco las hubo en el América-Monterrey. La mayoría tacha de defensivo al timonel Jesús Ramírez y tiene ya una etiqueta que difícilmente se podrá quitar. Sin embargo, las Águilas tuvieron seis claras oportunidades de gol, pero la noche del sábado en el Azteca hasta falló el infalible Salvador Cabañas, mientras al portero Jonathan Orozco la única forma de vencerlo era mediante un penal.
Ha sido la mejor actuación de Orozco en su carrera. Sacó dos balones con dirección de gol apenitas con las uñas y en las otras ocasiones fue beneficiado por la mala puntería de los amarillos. ¿Un equipo tirado atrás crea tantas llegadas? Por supuesto que no, aunque en esto de las etiquetas futbolísticas nadie nos gana.
Se habla, por ejemplo, de la escuela lavolpista. Que tiene un estilo ofensivo, que agrada a la tribuna. Eso se dice y será difícil convencer de lo contrario, pero a la hora de nombrar técnicos y equipos que cumplan con esos requisitos, sólo llega a la memoria el Atlas (el primero) de Ricardo Antonio. Pero también hay que añadir que nada ganó.
Sin duda, hasta ahora el mejor futbol ha sido el de Cruz Azul. Durante el torneo se habló de la villadependencia, pero el líder goleador no ha marcado aunque su escuadra suma ya siete tantos en dos partidos, lo que habla de la sapiencia táctica de Enrique Meza.
El Ojitos ha formado un auténtico equipo. Sobresalen Jesús Corona y Villa, pero la solidez la da el plantel, en el que a veces destaca Jaime Lozano y otras César Villaluz, mientras tres extranjeros calientan banca: Ramón Núñez, Emilio Hernández y Pablo Zeballos.
A los Cementeros casi siempre les sobró futbol pero les faltó corazón. Ahora tienen tanta entrega, que hasta en eso les ganaron a los aguerridos (y a veces mal intencionados) y sorprendentes Camoteros del Chelís.
Y mientras en las Águilas ratificaron a Chucho Ramírez, en Chivas se dará continuidad –dentro de lo que cabe, por tratarse de Jorge Vergara–, a José Luis Real, y se vislumbra el regreso del apático Adolfo Bautista. Podría ser la última llamada para el Bofo, quien tiene calidad para jugar en Europa, pero se conforma con deambular en la tribuna del estadio Víctor Manuel Reyna.
Salvador Cabañas, héroe de tantas tardes en torneo regular, fue villano cuando más se le necesitaba. Tuvo dos ocasiones claras, inmejorables, que definió como defensa. Y si cumple su promesa de que se irá hasta que el América sea campeón, que le vayan dando contrato sin fecha de caducidad.
Morelia se confirma también como candidato al cetro. Tomás Boy, quien estaba en la congeladora por enfrentarse con directivos, ha hecho honor a su apodo de Jefe e integró a un equipo temible, que sin mayores problemas despachó a un Santos que naufragó por completo sin su mejor elemento, el Hachita Ludueña.
Lo negativo del pase de Monarcas es que su televisora será insoportable –como en los viejos tiempos de Televisa y el América–, pero habrá que bajar el volumen y congratularse con el buen futbol de Romero, Leao, Tiago, Droguett, Sabah, Sandoval, Rey y demás.
De los primeros cuatro que clasificaron, sólo el club de Coapa quedó fuera y no hubo justicia al definirse las semifinales: Morelia y Cruz Azul lucen como una final adelantada, mientras Toluca y Monterrey avanzaron sin convencer. El primero, por su posición en la tabla, y el segundo, más por los yerros amarillos que por sus mismas virtudes pero, como se sabe, en el futbol todo puede suceder... y más si se trata de nuestro peculiar panbol.