Con el voto del PAN en contra, el Senado rechazó ayer la propuesta del Poder Ejecutivo para desaparecer las secretarías de Turismo, de la Función Pública y de la Reforma Agraria. Ello durante una sesión en la que, con prisas y sin discutir a fondo los temas, se desahogó una agenda de 79 puntos.

Este procedimiento de votar dictámenes sin discusión y en paquete motivó protestas de senadores de PRD, PT e incluso del panista Rubén Camarillo, quien demandó más tiempo para saber lo que se está votando. En lugar de tener en la agenda sólo tres sesiones para concluir el periodo ordinario, que se haga un esfuerzo por tener sesiones adicionales; es una propuesta respetuosa.

Durante la sesión de ayer se turnaron a comisiones, sin habérseles dado lectura, 30 iniciativas de legisladores y 31 propuestas con puntos de acuerdo. Asimismo quedaron en primera lectura 17 dictámenes, sin discusión, y se aprobaron otros 21 dictámenes sin debate.

El único dictamen que se discutió en el pleno fue el del rechazo a la desaparición de las secretarías de Turismo, de la Reforma Agraria y de la Función Pública, con 44 votos a favor del rechazo de la extinción de las tres dependencias y 33 votos del PAN en contra.

Por el PAN, Alejandro Zapata Perogordo pidió al pleno respaldar la propuesta del presidente Felipe Calderón, porque esta iniciativa nos permitirá contar con una administración pública más eficaz y generar mayores ahorros, los cuales se destinarán a atender las necesidades de los sectores de la población más vulnerables.

Jesús Murillo Karam sostuvo: “tengo aquí en el dictamen el documento que envía la Secretaría de Hacienda, cuando se lo solicitamos, para analizar el impacto presupuestal de esta desaparición de secretarías, y la respuesta cambia el dictamen, la pueden ver, dice: ‘cero impacto presupuestal’, es decir, según Hacienda esto no iba a costar ni a dejar de costar, tenía cero impacto”.

Además, relató el senador priísta, cuando nos reunimos con algunos funcionarios para que nos explicaran cómo se iba a reordenar el gobierno, en muchos de los casos ni siquiera sabían cómo se iban a reordenar ni cuáles iban a desaparecer. No se sabía qué iba a pasar con las tres secretarías ni con sus funcionarios. Y más grave aún: se hablaba de cambiar la de la Función Pública por una Contraloría de la República.

De ese tamaño es inconsistente la iniciativa, y de ese tamaño fue la claridad del rechazo en la comisión, subrayó Murillo Karam.

Por el PRD Pablo Gómez aseveró que decir no a la iniciativa del Ejecutivo no tiene que ver con el turismo ni con la cuestión agraria ni con la organización de la administración pública. No, no de manera directa; sí de manera indirecta. Tiene que ver con que la reorganización de la administración pública de un país se lleva a cabo sobre bases completamente diferentes a lo que contiene la iniciativa de Calderón, subrayó.

Al empezar el desahogo de la abultada agenda, el coordinador de los senadores del PT, Ricardo Monreal, dijo en tribuna: “siempre en las últimas tres sesiones se presenta un cúmulo de dictámenes que racionalmente nadie en el mundo, hasta el más capaz, puede apreciar qué está votando.

En una hora vamos a aprobar 70 dictámenes, vamos a dejar 17 en primera lectura y son reformas constitucionales, a la Ley de la Administración Pública, a la de Amparo, a distintas leyes. ¿Alguien de ustedes tendrá la capacidad para saber lo que estamos votando?

Propuso que al menos de aquí al 15 de tengamos al menos una sesión diaria. No es lógico lo que está pasando. Yo no lo acepto.

Y también desde la tribuna, el perredista Jesús Garibay se sumó a los reclamos. Mi más severa protesta por la irresponsabilidad con que se están abordando las iniciativas y las pretensiones de dictámenes verdaderamente absurdos y la presión a que estamos sometidos.