París, 6 de diciembre. Ni el cerebro ni las piernas de Lionel Messi descansan. A sus 22 años, al recibir en París el premio Balón de Oro, que por primera vez se entrega a un jugador argentino y a un canterano del Barcelona, dejó en claro que ya trabaja para volver a conseguirlo.

Me gustaría repetir lo vivido este año. Y lo mismo con Argentina, poder ganar un Mundial y la Copa América. Quiero seguir creciendo y seguir ganando títulos, sintetizó el delantero al tener en sus manos el ansiado trofeo dorado que otorga la revista especializada France football, durante una ceremonia en el programa semanal de futbol Téléfoot, de la cadena francesa TF1.

Pese a tener al público y a la prensa a sus pies durante estos días, La Pulga se mantuvo modesto y de pocas palabras. Sonriente, se limitó a repetir cuan contento estaba y dio crédito a sus compañeros del Barcelona, por todo lo que hemos ganado, es por ello que estoy aquí y tengo que dar las gracias.

El Barça tuvo en 2009 uno de sus mejores años, al conquistar un histórico tricampeonato: liga de España, Liga de Campeones y Copa del Rey. Parte fundamental de esa hazaña fue el delantero de 1.69 metros de altura, quien también escribió una nueva página en los premios Balón de Oro, al sumar 473 votos de los 480 posibles, algo inédito hasta ahora. Tuvo más del doble de su escolta, el portugués Cristiano Ronaldo, del Real Madrid, quien llegó a 233 y superó cómodamente a sus compañeros Xavi (170) y Andrés Iniesta (149).

Tras quedar tercero en 2007 y segundo en 2008, Messi consiguió por fin el galardón y es el gran favorito para llevarse el 21 de diciembre el premio anual al mejor jugador de la Federación Internacional de Futbol Asociado. Al momento de ofrendar la distinción también fue escueto: se lo dedico sobre todo a mis compañeros. Estoy muy feliz por ser el primer argentino y el primer jugador formado en el Barcelona en ganarlo. También a mis amigos, a mi familia y a mis hermanos, que siempre están a mi lado, dijo.

Alfredo Di Stéfano –1957 y 1959– y Omar Sívori –1961–, nacidos en Argentina, lo obtuvieron como ciudadanos español e italiano, respectivamente.

Messi llegó al Barcelona a los 13 años. Allí se formó, fue sometido a tratamientos por una enfermedad hormonal que afectaba su crecimiento y debutó en primera división a los 16.

Para poder sumar éxitos en 2010, como él mismo apuntó, será muy importante su actuación en el Mundial con Argentina, pues en su selección no ha conseguido brillar hasta el momento con la misma intensidad que en el Camp Nou barcelonés. Los pupilos de Diego Armando Maradona, quienes clasificaron al torneo con mucho sufrimiento, quedaron en el grupo B con Grecia, Nigeria y Corea del Sur, algo que, según Messi, resultará difícil, por el nivel de los tres combinados.

El presidente del Barça, Joan Laporta, acompañó a su estrella durante la ceremonia. Más tarde destacó que estamos ante uno de los mejores jugadores de la historia y que su éxito refuerza el trabajo de los jóvenes canteranos del equipo.

Por su parte, Messi reiteró que Maradona es el más grande futbolista. Es un honor ser comparado con él, pero no habrá otro como El Pelusa. Y aprovechó la ocasión para defender a Thierry Henry en el escándalo por la clasificación de Francia al Mundial.

Consideró que tras admitir que tocó el balón con la mano, su compañero del Barcelona cumplió con disculparse y sólo fue una situación durante un partido, el árbitro no la vio, el juez de línea tampoco, no hay que poner todo sobre Thierry.